¡Para merendar! | Quesillo de limón sin leche condensada
Por: @lamontelongo
Ingredientes:
2 tazas de leche en polvo preparada espesita
3/4 de azúcar
1 cucharadita de mantequilla
6 huevos grandes y muy frescos a temperatura ambiente
Una cáscara de limón, pelada lo más delgada posible desechando el exceso de carne blanca, pues es amarga y nos amargará el postrecito + 1/4 de cucharadita de ralladura.
Usar un limón grande, terso y sanito; de la calidad de los ingredientes dependerá la belleza del producto final.
1 cucharada de vainilla
1 shot de limoncello o cualquier licor de limón.
Para el caramelo:
1/4 de taza de azúcar + 6 cucharadas de agua para el caramelo.
Preparación:
Colocamos la leche, el azúcar, la vainilla y la piel del limón en una ollita y lo montamos en el fogón a fuego lento hasta que hierva; paleteamos constantemente y no le quitamos los ojos de encima, no sólo porque se nos puede pegar en un descuido sino porque la leche abandonada a su suerte sobre un fogón, siempre, pero siempre, se derramará en señal de protesta.
Paleteamos. El olor será hermoso. A limón y vainilla.
Seguimos paleteando hasta obtener una leche perfumada y saborizada.
Adicionamos la cucharadita de mantequilla (sólo si no estamos usando leche condensada) Si no queremos usar mantequilla podemos añadir 1 yema más. Aporta untuosidad al quesillo.
Retiramos del fogón.
Unimos azúcar y agua dentro de la quesillera y lo llevamos al fuego hasta que comienza a cambiar de color. Se quema muy rápido y fácil. No espere a que esté oscura para retirarla pues el caramelo tiene un corazón ardiente y sigue hirviendo en sí mismo aunque esté lejos de la candela. Cuando vea que comienza a oscurecer lo aparta, deja que espese un poco y va dándole vueltas poco a poco, hasta que todo el fondo y las paredes estén totalmente tapizadas.
En un bowl bate de forma envolvente los huevos, no tienen que hacer mucha espuma, ni levantar vuelo ni nada de eso, bata y poco a poco vaya agregando la leche tibia. Cuele en un envase limpio. Agregue la ralladura y el licor. Revuelva y lleve a la quesillera.
Arrope con papel de aluminio y sobre éste, encaje la tapa.
A baño de María por una hora. ¡Y a disfrutar este rico manjar!
Fuente: @lamontelongo