Tres cosas que te quitan el sueño aunque te sorprenda
800 Noticias
- No planificas el día y te vas dejando llevar por las circunstancias. La falta de estructura en tu día te hace vulnerable a las distracciones y a las demandas de tiempo de otras personas. En otras palabras, si no planificas tu día, otros se encargarán de hacerlo por ti. Y si no tienes tus prioridades establecidas acabarás dejando tus cosas para el final y seguirás trabajando hasta tarde en la noche. Luego es difícil desconectar y dormir.
Solución: Prueba a establecer tus prioridades el día anterior e intenta no salirte de tu plan. Haz las cosas importantes por la mañana y a primera hora de la tarde y también ponte un horario para «apagar fuegos». Sobre todo ponte una hora para parar de hacer cosas y empezar a bajar el ritmo. Es una manera de prepararse para dormir.
2. Ignoras qué te está molestando. Si no dedicar unos minutos al día a pensar en ti o a reflexionar sobre las cosas que te pasan es posible que vayas acumulando malestar que no sabes de donde viene. Todos esos problemas que ocultas y tienes controlados por el día porque estás ocupada vendrán a tu cabeza en cuanto la pongas en la almohada. Además, aparecerán sin orden ni concierto, te sera difícil determinar cuál de ellos es el que te quita el sueño. A altas horas de la madrugada todo parece más importante de lo que es.
Solución: Prueba a dedicar diez minutos diarios a pensar en ti y en lo que te pasa cada día, así podrás identificar lo que te sienta mal. Solo tener el problema identificado te hará sentir más tranquila porque es el primer paso para buscarle una solución
3. Crees que puedes funcionar perfectamente durmiendo seis horas. Muchos lo pensamos, podemos producir lo mismo si un día dormimos menos horas. Sin embargo, el organismo va acumulando cansancio que se manifiesta en forma de mal humor, más resfriados de los normales, unos kilos de más o simplemente porque somos más lentos o cometemos más errores.
Solución: Prueba a dormir ocho horas cada noche y observa cómo te sientes, usa ese bienestar como motivación para organizar tu día de manera que puedas regalarle cada día a tu cerebro ocho horas de sueño.