Quema grasa dos días después de ir al «gym»
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Pero para conseguirlo hay que sufrir y hay que escoger un entrenamiento que te deje literalmente sin aliento. Es decir, de máxima intensidad, que ponga a prueba tu capacidad cardíaca para gestionar el oxígeno en condiciones de máximo esfuerzo físico. Siempre con breves intervalos de descanso.
El cuerpo se irá ajustando para adaptarse a las nuevas exigencias de oxígeno que supone un entrenamiento de intensidad constante.
Estas adaptaciones se ponen en marcha cuando se termina el entrenamiento, pues el organismo necesita reajustarse y hacer descender los niveles de oxígeno hasta el nivel necesario del cuerpo en reposo. Todo ese trabajo consume calorías y tú ya no estarás entrenando.
Pero todo cuesta, y como hemos dicho estas adaptaciones solo tendrán lugar si el cuerpo se ve obligado a adaptarse a una actividad realmente intensa aunque no sea de larga duración. El gasto calórico post entrenamiento será más largo (hasta 48 horas después) cuanto más intensa haya sido la actividad a la que el cuerpo haya tenido que ajustar sus niveles de oxígeno.
Aquello de «la fama cuesta» es literal si pensamos en la base de esta teoría. Por eso los entrenamiento ideales para seguir quemando grasa hasta dos días después de finalizados son las rutinas ‘Tábata‘ o los ejercicios a intervalos de alta intensidad, también conocidos con las siglas HIIT. «Son rutinas cortas en las que uno lo pasa realmente mal porque se pone al límite», explica Óscar Hernández, un experto que practica con asiduidad estas rutinas. Otra de las ventajas de las HIIT es que son cortas, algunas versiones solo duran siete minutos, y pueden realizarse empleando como resistencia el peso del propio cuerpo, lo que permite hacer esta rutina casi en cualquier sitio y con un mínimo equipo técnico.
Eso sí, aquí lo único que vale es mantenerse lejos todo el tiempo de la zona de confort. Si quieres que el organismo pase dos días recuperándose (y quemando grasa) tienes que pasarlo ‘mal’.