Prepara unos ricos champiñones al ajillo
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Siempre me ha gustado cocinar para variar personas, sufro de alergia a los fogones cuando se trata de cocinar sólo para mí. Pero cuando era soltera tenía mis momentos solitarios en los que el diente gourmet me pedía algo más delicioso que un sándwich o una ensalada de atún, me compraba una bandejita de champiñones y ponía manos a la obra.
Obviamente debía tratarse de una preparación muy sencilla que me ayudara a ganar tiempo y que pudiera acompañar con pan, arepas, galletitas o si tenía muchísima hambre con una rapidísima pasta.
Con el tiempo descubrí que si congelaba la preparación se mantenía intacta y me serviría para “envenenar” algún asado o un aromático guiso, de procedimiento más elaborado.
La verdad es que la versatilidad de esta preparación es la que logra que aún hoy, casada y con retoño, la siga preparando constantemente.
Además, es perfecta para una celebración, sólo la sirves en un bowl coqueto y la acompañas con pedacitos de casabe o galletas de soda para darle un tono mucho más local. Para mí gusto, una copa de vino espumoso y bien helado redondea el gusto de estos divertido honguitos.
Champiñones al ajillo
Lo que necesitas:
150 gramos de champiñones.
2 dientes de ajo medianos (o 1 grande).
1 cucharada de aceite de oliva.
1 ramita de cebollín o cebolla larga.
1 cebolla pequeña.
Un chorrito de vino blanco.
Sal y pimienta al gusto.
Lo que debes hacer:
Corta los champiñones en láminas bien finitas, la cebolla en brunoise y el cebollín en ruedas delgaditas.
Aparte calienta el aceite y sofríe la cebolla y el cebollín, cuando la cebolla comience a cristalizarse agrega el ajo y remueve constantemente. Luego incorpora los champiñones y cocina por dos minutos, no te olvides de seguir moviendo la preparación ya que debes tener mucho cuidado que el ajo no se queme.
Luego agregas un chorrito mínimo de vino, salpimentas y remueves un poco para que se evapore el alcohol. La idea es que los champiñones te queden firmes y con poquitico líquido.
Los trucos:
• Compra unos champiñones que estén bien limpios. Córtales la base y pásales un paño húmedo, bien escurrido, para quitar cualquier resto de tierra. Sui no te convence el procedimiento pásalos rápidamente debajo del agua del grifo, pero jamás los dejes en remojo porque entonces absorberán mucha agua.
• El cebollín es opcional. Si tengo a mano se lo agrego, le da un gustico deli.
• Puedes sustituir parte del aceite de oliva por mantequilla, le da un sabor incomparable.
• Si te gusta que el sabor del ajo resulte más fuerte, entonces agrega un diente más (aquí te toca probar); ten mucho cuidado porque podría pasar que te quedara muy picante.
• En ocasiones le he puesto a la preparación un poquitín de hierbas francesas, justo cuando incorporo los hongos al preparado. Así también quedan deliciosos.
• Los champiñones suelen soltar líquidos y si le pones no pongas mucho vino deberás esperar a que la salsa seque –o espesarla con maicena–. De lo contrario te quedará como una sopa, los hongos se re-cocinarán y se encogerán muchísimo mientras esperas que la salsa seque.
• Si cocinas para más personas entonces dobla, triplica o cuadruplica la cantidad de ingredientes, según el caso.
El soundtrack:
Richard Cheese es un tipo que me divierte un montón, me arranca carcajadas y además me sorprende con su magia para versionar temas clásicos del pop, hip-hop y rock en estilo swing-jazz-lounge. Su descubrimiento se lo debo a uno de mis amigos más queridos, periodista y melómano, quien conociendo mis delirios por la música, me recomendó que lo escuchara con detenimiento. Desde entonces se convirtió en uno de los artistas infaltables en mis tracklists diarios. Se hace acompañar por una súper banda llamada Lounge Against the Machine, y junto son totalmente explosivos. Escuchen su versión de Rape Me, un tema original de Nirvana. ¡Diviértanse!