¿Por qué se hincha la barriga después de comer? - 800Noticias
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Tener la barriga hinchada después de comer es algo que sucede a menudo y que, irremediablemente, nos hace sentirnos incómodos y puede llegar, incluso, a ser doloroso.

Nos sentimos prisioneros dentro de nuestra propia ropa y, a veces, nos martirizamos pensando que habremos comido demasiado o que estamos engordando. Sin embargo, no tiene por qué ser así.

La distensión abdominal es el nombre médico que se utiliza para la barriga hinchada. Esto puede ocurrir por numerosas causas, pero lo más común es que se trate de gases que, a su vez, se pueden producir por un mal hábito digestivo, una intolerancia alimentaria o muchas otras situaciones.

Conociendo cuál es la causa de esa distensión abdominal, es posible poner fin a esa incomodidad que te persigue tras cada comida. En este artículo te explicamos todo lo que debes saber sobre la barriga hinchada después de comer para que puedas remediarlo.

¿Cuáles son las causas de la barriga hinchada después de comer?

Como ya hemos mencionado, la mayoría de veces la barriga hinchada se debe a gases que se acumulan en alguna parte de nuestro tracto digestivo, ya sea en el intestino o en el estómago. Lo que ocurre es que estos gases hacen que el abdomen se distienda y provoque incomodidad y hasta dolor. Es importante saber que esta producción de gases obedece a numerosas causas, como por ejemplo, nuestra manera de alimentarnos.

En primer lugar, debemos saber que el tiempo que dedicamos a comer influye notablemente en que esto ocurra. No masticar correctamente o hacerlo deprisa hace que, al comer, deglutamos mucho aire que acaba acumulándose en nuestro abdomen.

Del mismo modo, los alimentos que ingerimos también son determinantes. Por ejemplo, hay ciertos alimentos que tienden a provocar una digestión más lenta o con mayor producción de gases y que provocan la barriga hinchada, como las legumbres.

Las personas que presentan una intolerancia o alergia a un alimento también suelen sufrir barriga hinchada. Esto ocurre porque son incapaces de digerir ese alimento correctamente. La intolerancia a la lactosa es uno de los mejores ejemplos.

Incluso, la barriga hinchada puede deberse a una retención de líquidos, como ocurre justo antes de la menstruación en muchas mujeres. La forma grave de retención de líquidos en el abdomen es la situación clínica conocida como ascitis, que, en general, responde a patologías más sistémicas, como la cirrosis, la hipertensión portal o la insuficiencia cardíaca avanzada.

No obstante, no debemos olvidar que, simplemente, la hinchazón abdominal puede tratarse de un caso excepcional de una mala digestión o de haber comido demasiado.

¿Puede tratarse de una enfermedad?

En muchos casos, la barriga hinchada puede ser síntoma de que algo no anda bien en tu aparato digestivo. Como ya hemos mencionado, las intolerancias alimenticias o las alergias suelen mostrarse de esta forma.

Por otra parte, numerosos estudios demuestran que hay muchas patologías intestinales que se manifiestan de esta manera también. El síndrome del intestino irritable, la enfermedad de Crohn o la colitis ulcerosa son enfermedades que presentan este síntoma.

Las personas que presentan alguna de estas enfermedades suelen tener otros síntomas, como diarreas o dolor abdominal. Incluso, aunque es mucho menos frecuente, debemos saber que la barriga hinchada puede ser signo de cáncer.

Sin embargo, cuando se trata de cáncer, los síntomas suelen ser más agresivos. Puede aparecer sangre en las heces, se pierde el apetito y se tiende a perder peso. Recuerda, cualquiera de estos síntomas, aunque aparezca aislado, debes consultarlo con tu médico.

enfermedad de Crohn

¿Qué podemos hacer para evitar la barriga hinchada?

Si tienes la barriga hinchada frecuentemente después de comer, lo más recomendable es que acudas al médico. Normalmente, no conlleva ningún problema, pero lo ideal es descartar todas las posibles causas patológicas que pueden producirlo.

Además, debes tratar de dedicarle más tiempo y cuidado a tus comidas. Intenta comer despacio, masticar correctamente y elegir bien los alimentos. Por ejemplo, bebe agua en lugar de bebidas alcohólicas o gaseosas mientras comes.

Por otra parte, lo mejor es que no comas demasiada cantidad y que tampoco te excedas con los alimentos muy ricos en fibra, ya que a veces su digestión tiende a provocar muchos gases.

Fuente: mejorconsalud.com

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