Cortamos todas las cebollas en juliana. Calentamos una olla con el aceite vegetal en la que derretimos 30 gramos de mantequilla. Le agregamos luego las cebollas en juliana y salpimentamos. Cocemos a fuego lento por unos 20 minutos.
Agregamos la harina y removemos. Dejamos un par de minutos más en la lumbre antes de añadir el vino blanco y el litro de agua sin dejar de revolver. Ajustamos el punto de sal y pimienta al gusto si es necesario. Cocemos a fuego bajo por unos 30 minutos más.
Cortamos el pan baguette en rodajas de unos tres o cuatro centímetros de ancho, les untamos mantequilla de ambos lados y las colocamos en el horno a 180ºC por unos 10 minutos. Las volteamos y dejamos otros 10 minutos para que se doren de los dos lados. Si compramos el queso entero lo rallamos finamente.
Para servir la sopa colocamos cada porción en un cuenco para horno, acomodamos el pan tostado y espolvoreamos el queso rallado sobre el pan y la sopa. Ponemos en el horno caliente a 220ºC por unos tres a cinco minutos para que el queso gratine y servimos inmediatamente.