- 2 calabacines medianos
- 1 patata grande
- 1 huevo
- 1/2 taza de harina de trigo de sarraceno
- 1/2 taza de harina de almendras
- 1 cucharadita de polvo para hornear
- 80 g de queso parmesano rallado
- AOVE
- Pimienta negra molida
- Una pizca de sal
Modo de elaboración
- Paso 1. En primer lugar, vamos a preparar la patata grande. Para ello, cuécela con piel en un cazo con agua y sal. Cuando esté blanda, sácala y deja que se enfríe.
- Paso 2. Una vez la patata cocida esté fría, quítale la piel y machácala con un tenedor hasta obtener como resultado una especie de puré. Reserva para después.
- Paso 3. Ahora es el turno de preparar los calabacines. Debes lavarlos bien, secarlos y rallarlos finos sobre una muselina. Cuando tengas los dos calabacines rallados, debes doblar el paño varias veces para escurrir el exceso de agua de estas verduras.
- Paso 4. A continuación, pon la patata machacada en un recipiente y añade encima los calabacines rallados bien escurridos.
- Paso 5. Arriba de los calabacines rallados agrega los 80 g de queso parmesano, el huevo, la 1/2 taza de harina de trigo sarraceno, la 1/2 taza de harina de almendras, la pimienta negra molida y una pizca de sal al gusto. Remueve todos los ingredientes para que se mezclen bien unos con otros hasta conseguir una masa homogénea.
- Paso 6. Llegó el momento de hacer tus tortitas de calabacín. Añade un chorrito de AOVE en una sartén y caliéntalo a fuego medio-alto.
- Paso 7. Cuando el aceite esté caliente, añade un poco de masa a la sartén con la ayuda de una cuchara y estrújala, con cuidado, dándole forma redondeada.
- Paso 8. Dora cada tortita por ambas caras y repite este mismo proceso hasta que termines toda la masa.
- Paso 9. Puedes comerlas así solas o acompañadas de alguna salsa, como nata agria, por ejemplo.
Con información de Revista El Mueble.
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