¿Por qué la siesta no puede exceder de media hora?
Dormir la siesta nos ayuda a concentrarnos, a ser más productivos en el trabajo, mejora nuestra creatividad, además reduce la tensión arterial y el ritmo cardíaco, protegiéndonos de las enfermedades cardiovasculares.
Es un hábito saludable y muy apegado a la cultura mediterránea, aunque la costumbre de recostarse después de comer es algo que se ha ido extendiendo poco a poco a los países del norte de Europa, Estados Unidos y Japón.
Dormir la siesta es un hábito beneficioso, aunque no puede excederse de 30 minutos que es el tiempo recomendado para una siesta modélica. Un corto periodo de tiempo de descanso es lo ideal para reponer fuerzas y mejorar el rendimiento diario, mientras que dormir una larga siesta puede alterar los ciclos del sueño, provocar insomnio durante la noche e incluso, tal como aseguran distintos estudios, aumentar el riesgo de muerte.
Una vez más, queda reflejado que todos los excesos pueden resultar peligrosos para la salud.
La mayoría de los expertos, coinciden en que debemos sestear en su justa medida para no afectar la calidad y duración del sueño nocturno. Tomar una siesta rápida produce una relajación del tono muscular que favorece la digestión, reduce las tensiones físicas y es muy positiva para el corazón.
Debemos recordar que el tener una siesta no es solo cosa de niños, está demostrado que la siesta en adultos puede acarrear grandes beneficios.
Con información de muyenforma.com