Focaccia, el tradicional pan italiano
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La focaccia es el singular pan italiano que es tan popular como versátil. Se sirve en casi todas las comidas para mojarlo en las salsas. Puede utilizarla para preparar bocadillos o servirla tal cual, solo con un poco de aceite de oliva virgen extra de alta calidad para untar.
De hecho, puede añadirle cualquiera de sus ingredientes favoritos a la masa o como cobertura: cebolla, aceituna, hierbas frescas o secas (especialmente romero), queso rallado, tomate y carnes curadas, entre otros.
Habitualmente identificada con la Toscana, se considera, sin embargo, que la focaccia original es de Liguria, concretamente de la ciudad de Génova. Como tantas elaboraciones populares de origen humilde, en toda Italia se elaboran variantes de esta masa.
Su nombre parece derivar de una palabra del dialecto local de Liguria: fugassa, como se denominaba en la región a un tipo de pan plano, que se consumía durante las ceremonias religiosas. A partir de allí, se fue popularizando a través de diversas variantes, que progresivamente fueron identificándose con el nombre que hoy ostenta, el de focaccia.
La clave de una buena focaccia está en la masa. Si en una pizza es importante, en su pariente más gruesa adquiere una relevancia incluso mayor, pues la cobertura es prácticamente un mero aderezo complementario. No debe ser muy fina ni tampoco excesivamente gruesa y requiere de un buen amasado y reposo adecuado. Hacer este tipo de pan requiere una masa con alta hidratación.
Fuera de Italia, en países como Estados Unidos, es habitual encontrar sándwiches con pan de focaccia, utilizándola como si fuera rebanas de pan de molde, rellenos de queso, embutidos o cualquier otra combinación
Estamos ante un alimento delicioso, nutritivo y que se conserva bien durante varios días.
Esta es la receta básica de la focaccia, que es realmente sencilla.
Ingredientes
1 cucharada de levadura seca activa
2 ½ tazas de agua caliente
½ taza de aceite de oliva virgen extra
1 cucharada de sal
8 tazas de harina blanca
2 cucharaditas de sal marina gruesa.
Preparación
Disuelva la levadura en 1 taza de agua caliente. Déjela reposar 5 minutos, y luego añada el resto del agua, ¼ taza de aceite de oliva y 1 cucharada de sal.
Vierta poco a poco la harina en el líquido y trabájela hasta que la haya incorporado toda. Amase la pasta durante 5 o 6 minutos, hasta que adquiera una consistencia homogénea. Pásela a un cuenco ligeramente engrasado con aceite, cúbrala con papel film transparente y déjela reposar en un lugar cálido 1 hora o hasta que doble su volumen.
Corte la pasta por la mitad y extiéndala formando 2 tortas de 25 cm de diámetro. Espolvoréela con el aceite de oliva restante y cúbrala. Póngala en un lugar cálido y déjela subir durante 40 minutos más.
Precaliente el horno a 240°C.
Espolvoree con sal marina y hornee durante 15 minutos o hasta que esté bien dorado. Sírvala tibia.
Dato: para conservar la focaccia, déjela enfriar, envuélvala en papel film transparente y congélela.
Receta de Cocina y Vino