Estos son los mayores enemigos de tu estómago en Navidades
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Durante las Navidades solemos tener el estómago más delicado. Nos reunimos con mucha de nuestra familia y lo celebramos con comidas copiosas, con alcohol, o con exceso de dulces también. Veamos cómo podemos sobrellevar estas fechas para no perjudicar mucho a nuestro estómago.
Según reconoce el doctor Manuel Van Domselaar, jefe de servicio de Aparato Digestivo del Hospital Universitario de Torrejón (Comunidad de Madrid), gestionado por el grupo sanitario Ribera, durante las Navidades solemos tener el estómago más delicado, porque en está época lo que sucede es que entre las comidas de empresa y las reuniones con familiares y amigos se hacen transgresiones alimentarias y se incrementa el consumo de alcohol, lo que lleva a que nuestro aparato digestivo, y especialmente el estómago, se resientan.
Por su parte, el doctor Guillermo Negueruela Avellà, coordinador del servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario del Vinalopó (Elche, Alicante) parte de la idea de que la alimentación juega un papel fundamental en la vida del ser humano, no solo desde el punto de vista de la nutrición, sino que forma parte del disfrute del paladar, y está muy presente en todas las celebraciones y ritos de diversas culturas como fuente de energía, alegría, unión y placer.
«Sin embargo, existen muchos aspectos que hay que cuidar a la hora de alimentarse. No solo importan las cantidades, sino también los tipos de alimentos, la forma de cocinarlos, los horarios, etc. Durante las Navidades frecuentemente descuidamos algunos de estos aspectos», según advierte.
Por un lado, dice que es frecuente excederse en las cantidades de comida y priorizar alimentos dulces y copiosos, especialmente en los días señalados (Nochebuena, Navidad, Nochevieja, etc); todo ello herencia de los grandes banquetes de nuestras tradiciones.
En opinión de este experto, esto puede acarrear numerosas consecuencias en nuestro aparato digestivo y sistemas endocrino y metabólico: excesiva distensión abdominal (náuseas o vómitos), malabsorción de los nutrientes (dispepsia, diarrea), aumento de peso, elevación de colesterol, triglicéridos o glucemia, entre otros.
En concreto, el doctor Van Domselaar, cita que lo que más puede perjudicar a nuestro estómago en estas fechas son las comidas copiosas y el exceso de alcohol. Por otro lado, comenta que las comidas ricas en grasas, que disminuyen el vaciamiento gástrico, hacen que estos síntomas sean aún más marcados, con la consiguiente distensión y sensación de pesadez en la parte alta del abdomen, que puede llegar a ocasionar vómitos en los casos más significativos.
CONSEJOS PARA SOBRELLEVAR LAS COMIDAS NAVIDEÑAS
Con todo ello, el jefe de servicio de Aparato Digestivo del Hospital Universitario de Torrejón recomienda en primer lugar el tener en cuenta el sentido común: «Habría que evitar las comidas copiosas y el consumo de alcohol. Como esto es extremadamente difícil de cumplir para la inmensa mayoría de la población, al menos se debería hacer un esfuerzo por moderar estos excesos. Posiblemente teniendo moderación no aparezcan síntomas; o si lo hacen, solo sean leves».
Según defiende este experto, una alternativa interesante sería el intentar mejorar la calidad de los alimentos ingeridos en estas épocas, más que aumentar la cantidad. «Pero en caso de presentar síntomas tras una transgresión alimentaria, hay distintos compuestos de venta libre en las farmacias que facilitan la digestión de los alimentos, y que podrían aliviar algunas molestias. El otro problema que suele surgir en esta época es la ganancia de peso y la manera de contrarrestarlo es incrementando la actividad física», advierte.
Por su parte, el especialista Guillermo Negueruela Avellà sostiene igualmente que en estas ocasiones será importante intentar moderarse, y que predominen en la mesa recetas sencillas, con alimentos sanos y sabrosos, poco elaborados (mariscos, pescados, ensaladas*), y dejar los grandes guisos y los dulces como pequeño toque final a esa gran celebración.
En cuanto al resto de días navideños, lo adecuado a su juicio sería intentar tratarlos como días normales, especialmente si se trata de una persona con sobrepeso u obesidad y dificultad para controlar la ingesta.
«Las Navidades no deberían ser motivo para dejar una dieta que se esté realizando, o para olvidar los consejos nutricionales habituales (evitar alimentos procesados, comer comida real, realizar 5 comidas al día, evitar picoteos, etc). Consejos como comprar sólo la cantidad que se necesita, e intentar no dejar bandejas con alimentos expuestos (dulces navideños, etc) podrían ayudar», agrega el experto del Hospital Universitario del Vinalopó.
Otro aspecto que habría que intenta cuidar, según precisa el doctor, son los horarios de comida e intentando evitar las comidas copiosas tardías que no vamos a quemar: «Como indica el acervo español, ‘desayuna como un rey, come como un príncipe, y cena como un mendigo’. Es importante también desde el punto de vista médico el moderar el consumo de alcohol por su estrecha relación con las enfermedades hepáticas, típicamente hepatitis y cirrosis enólica».
Además, insiste en que estos consejos deberían ir acompañados de la realización de un cierto ejercicio físico, de predominio aeróbico, para controlar la excesiva ingesta de calorías (se recomiendan al menos 150 minutos a la semana de activad de intensidad moderada según la OMS).
CUIDADO CON LA IMPACTACIÓN ALIMENTARIA
En última instancia, el especialista del Hospital Universitario de Torrejón advierte sobre el aumento en esta época del año de los casos de impactación alimentaria, un cuadro en el que un cuerpo extraño, especialmente carne, jamón, o pollo se quedan atascados en el esófago y no pasan al estómago.
«Habitualmente sucede en pacientes que refieren antecedentes de episodios de dificultad para tragar, y por las características de los alimentos ingeridos en estas épocas se suele desencadenar este cuadro clínico. Esta complicación requiere la realización de una prueba endoscópica de urgencia, con los riesgos que ello implica, para la extracción del alimento impactado», afirma.
Con ello, el doctor Van Domselaar sostiene que la manera de evitar estos cuadros es masticando bien los alimentos y, en el caso de notar en algún momento dificultad para tragar, consultar con el médico para investigar enfermedades del esófago que se puedan tratar evitando estas complicaciones.