Ensalada de atún para una cena ligera
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Las cenas siempre son más difíciles de pensar, queremos algo que sea saciante pero que, a su vez, sea ligero para no irnos muy pesadas a la cama. Además, estamos cansadas de todo el día y las ganas de cocinar que tenemos son menos cero. Por eso, en El Mueble estamos seguras de que esa idea de cena fácil y exprés con una lata de atún te va a encantar.
Ingredientes (para 2 personas)
135 g de atún en conserva
Un puñado de brotes verdes
50 g de cebolla roja
20 g de pepinillos en vinagre
20 g de mayonesa
1 cucharada pequeña de mostaza
Pimienta negra molida
Una pizca de sal
Modo de elaboración
Paso 1. En primer lugar, lava los brotes verdes, sécalos muy bien y agrégalos a un recipiente grande ya que aquí es donde montarás toda tu ensalada. Reserva los brotes verdes.
Paso 2. A continuación, pela la cebolla roja y pícala en juliana. Pásala al recipiente junto a los brotes verdes.
Paso 3. Ahora es el turno de cortar los 20 gramos de pepinillos en vinagre en trocitos pequeños y, como en el caso de la cebolla, añádelos al recipiente donde tienes ya colocados otros ingredientes de la ensalada.
Paso 4. Abre las latas o botes de atún en conserva y escúrreles el líquido. Con ayuda de un tenedor, aplasta, despacito, los lomos de atún hasta que tengan aspecto de migas. Ponlos en el recipiente con los demás ingredientes.
Paso 5. Y llegó el turno de preparar la salsa para esta ensalada de atún. Puedes añadirle un aliño básico de AOVE y vinagre, pero te animamos a que la pruebes con esta otra salsa a base de mayonesa y mostaza. Para prepararla, lo que tendrás que hacer es añadir la mayonesa, la mostaza, la pimienta negra molida y la sal a un bol pequeño y remover muy bien hasta que todos los ingredientes queden bien integrados y veas que has conseguido una salsa de textura homogénea.
Paso 6. Por último, debes añadir al recipiente donde tienes todos los ingredientes de tu ensalada de atún la salsa que acabas de elaborar de mayonesa y mostaza y remueve muy bien para que se integren todos los sabores. Puedes servirla al momento o, si te apetece una cena bien fresquita, puedes dejarla un rato en la nevera para que se enfríe hasta el momento de consumirla.
Con información de la Revista El Mueble
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