Enfermedades que combates al ir a un gimnasio
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En muchas ocasiones ir al gimnasio te puede ayudar a prevenir e incluso a combatir ciertas enfermedades que deterioran tu estado de salud mental y física. Estos padecimientos pueden causarte un daño irreparable si no son atendidas correctamente. Te contamos hoy cuáles son las enfermedades más frecuentes que puedes prevenir o curar haciendo ejercicio.
Diabetes
El ejercicio ayuda a que la insulina reduzca de la manera más eficaz el azúcar en la sangre. También evita desarrollar diabetes tipo 2 y cuando ya lo tienes, previene enfermedades cardiovasculares asociadas.
Depresión
Hacer ejercicio en un gimnasio no solamente te ayuda a mantenerte en forma o a bajar de peso, también libera endorfinas, las hormonas de la felicidad que nos hacen sentir más felices y satisfechos. Por lo tanto, éstas ayudan a disminuir los síntomas asociados a la depresión.
Enfermedades cardiovasculares
Si haces ejercicio con frecuencia, ayudas a que la salud de tu corazón mejore. De acuerdo con varios estudios, el entrenamiento interválico se tolera bien en personas con enfermedades cardiacas. Por otro lado, para la gente que padece de hipertensión, el ejercicio reduce el riesgo de muerte y de que la enfermedad se complique.
Asma
Si tienes esta enfermedad, realizar ejercicio constantemente ayuda a tu cuerpo a reducir la frecuencia con la que se presentan los ataques de asma. Además, se puede controlar la gravedad con las que se dan.
Artritis
Practicar ejercicio constantemente ayuda a reducir el dolor que esta enfermedad ocasiona. Mantiene la fuerza muscular en las articulaciones que se ven más afectadas y reduce la rigidez articular. Por otro lado, ayuda a mejorar la función física y la calidad de vida de las personas.
Demencia
Acudir al gimnasio y hacer tus rutinas pueden a ayudar a mejorar la cognición en las personas que tienen esta enfermedad. Además, las personas que practican ejercicio de forma regular tienen menos riesgo de padecerla y de tener un deterioro cognitivo importante.
Recuerda que primero debes acudir a tu médico especialista o de cabecera para que él te indique cuáles son los ejercicios adecuados a tu enfermedad y los aparatos de los gimnasios que sí puedes ocupar.