Conoce los daños que ocasionan los refrescos a tu salud
Agencias
El consumo extremo de bebidas gaseosas genera dificultades en el organismo. Estos productos están fabricados a base de químicos y colorantes que comprometen tus órganos, lo cual se manifiesta a través de reacciones desfavorables en el cuerpo.
Aquí te mostramos los efectos más desfavorables de las gaseosas en algunos órganos específicos:
Los refrescos y el hígado
La cirrosis hepática está relacionada con el consumo excesivo de refrescos oscuros.
Especialistas en el área de salud indican que unos 600 mililitros de bebidas gaseosas al día aceleran el proceso de esta patología. Solo si sabes cómo te puede dañar el cuerpo quizá te convenzas del porqué evitarlas.
Pero si se consume un litro de refresco al día las probabilidades de que se acumule una cantidad razonable de grasa en el hígado asciende unas cinco veces.
Los refrescos y los riñones
El alto contenido de ácido fosfórico de estos productos gaseosos ayuda a la producción de cálculos renales. Según análisis realizados por expertos las personas que no la consumen tienen menos probabilidades de sufrir litiasis.
Especialistas señalan que el consumo diario de azúcar no debe exceder de tres cucharadas. Una botella individual o lata de refresco contiene alrededor de siete cucharadas de azúcar, sin olvidar la cantidad de aditivos y preservantes
Estos productos se fabrican a base de azucares refinados, es decir, azúcar pura sin procesar, la cual carece de nutrientes. Una vez que esté dentro del organismo necesitará de vitaminas del complejo B para poder usarse. El proceso irá absorbiendo esta vitamina del cuerpo, dejando factores desfavorables como el cansancio y la mala digestión.
Los refrescos y el sobrepeso
Una botella que contenga 500 mililitros de bebida gaseosa es suficiente para aportar una décima parte de las calorías que necesitas consumir en el día. Los médicos han indicado que el consumo de cada lata de refresco aumenta 1,6 veces el riesgo de padecer obesidad.
Efectos negativos en la dentadura
El esmalte se va cayendo y adquiere una tonalidad amarillenta producto del azúcar y colorantes. Recordemos que la aparición de las caries se debe a la desmineralización del diente ocasionado por el consumo de productos ácidos, los cuales provienen de la fermentación de restos alimenticios.
Además, se conoció que el pH de las gaseosas tiene un promedio de 2.4, lo que acelera la desmineralización de tejidos duros del diente.
Las gaseosas y los huesos
Debido a su constante consumo el cuerpo deja de absorber el calcio y los huesos pierden gran densidad. Los infantes también sufren las consecuencias y llegan a ser los más vulnerables.
Para los médicos, el riesgo de padecer de osteoporosis dependerá de la cantidad de masa ósea que se logre acumular durante los primeros años de vida.
Estos dejan por sentado que la menor ingesta de calcio producto del consumo de bebidas carbonatadas está asociado a un incremento en los casos de fracturas entre adolescentes y niños.
Estudios indican que el consumo excesivo de azúcar refinada y cafeína promueven en gran parte la pérdida de calcio, cuando este está por debajo de lo normal.
Problemas cardíacos
Investigaciones demuestran que las personas que ingieren un litro de refresco o más al día tienen un 50% de probabilidades de riesgo de padecer de un síndrome metabólico, que con el paso del tiempo ocasiona enfermedades cardíacas y hasta diabetes.
Contenido de las gaseosas
Estas bebidas están elaboradas con altos grados de aditivos, lo que produce un color atractivo al líquido. Sin embargo, estas producen distintas alteraciones, como alergias e hiperactividad en los más pequeños de la casa.
Colorante caramelo. Esta atractiva tonalidad es utilizada para bebidas azucaradas de color marrón. Su tono se logra mezclando azúcar con nitratos y sulfitos que se someten a alta presión. Su consumo provoca alteraciones sanguíneas y cáncer en animalitos de experimentación.
Ácido carmínico, E120. Causa disminución del crecimiento en animales de experimentación.
Colorante amarillo 5, tartrazina o E102. Produce asma, goteo de nariz y urticaria si se mezcla con analgésicos como la aspirina.
No se trata de prohibir el consumo de bebidas azucaradas, pero sí disminuir las cantidades diarias, teniendo en cuenta cómo puede afectar la salud del cuerpo y los órganos vitales.
Sus componentes químicos ayudan a acelerar distintas patologías, como puede ser la diabetes, entre otros.
Fuente: mejorconsalud.com