Aceites vegetales pueden ser dañinos para tu salud
EFE
Utilizar aceite vegetal de semillas, de legumbres o de frutos secos es una práctica cada vez más habitual en cocinas de todo el mundo.
Muchos los consideran un sustituto “saludable” de la mantequilla, pues tienen fama de contar con menos grasas saturadas que ésta. Y son más baratos que el aceite de oliva.
Sin embargo, algunos estudios han puesto estas afirmaciones en entredicho en los últimos años, alertando de que los aceites que se comercializan como vegetales no son tan “buenos” como se cree. De hecho, pueden llegar a ser perjudiciales para nuestra salud, dicen los especialistas.
Y es que “vegetal” no siempre es sinónimo de “saludable”.
La culpa la tiene, principalmente, el omega 6 que contienen, que puede llegar a causar una inflamación dentro de nuestro organismo, aumentando las posibilidades de que padezcamos enfermedades como la artritis, la depresión o el cáncer de piel, entre otras.
Otros estudios hablan de alteraciones hormonales y de daños en el sistema reproductivo y neuronal.
El australiano David Gillespie hizo su propia investigación, tal y como relata en su libro “Toxic Oils” (aceites tóxicos).
Y llegó a la conclusión de que algunos aceites vegetales son “peligrosos para la salud”.
1. Aceite de girasol
Una investigación de la Universidad del País Vasco (UPV), en España, publicada en 2012, demostró que algunos aceites -como el de girasol-contienen ciertos compuestos orgánicos llamados aldehídos, supuestamente relacionados con trastornos neuronales y con algunos tipos de cáncer.
De acuerdo con María Dolores Guillén, responsable del Departamento de Farmacia y Ciencias de los Alimentos y coatura del estudio, los aldehídos contaminan el entorno y pueden ser inhalados. Y permanecen en el aceite incluso después de haber sido calentado.
2. Aceite de maíz
Tanto el aceite de girasol como el de maíz tienen un alto contenido en grasas poliinsaturadas.
Tal y como le explicó Martin Grootveld, de la Universidad de Montfort, en Leicester (Reino Unido) al doctor y periodista de la BBC Michael Mosley, “los aceites de girasol y de maíz son buenos, siempre y cuando no se utilicen para freír o cocinar”.
3. Aceite de canola
El aceite de canola es uno de los aceites vegetales más populares.
Su origen está en Canadá (y de ahí viene su nombre). Fue la industria de este país la que comenzó a desarrollarlo, en 1978, modificando genéticamente plantas de colza. Era barato, fácil de cultivar y, aparentemente, saludable.
Pero pronto comenzó a aflorar información sobre los perjuicios del ácido erúcico que contiene este aceite y que puede llegar a ser tóxico. “Aumentan significativamente las posibilidades de que tengamos cáncer y de que nuestros hijos padezcan enfermedades autoinmunes”, asegura Gillespie
4. Otros aceites de semillas
“El aceite que dice ser 100% vegetal, es una mezcla de los restos de otros aceites y posee un poder químico altamente reactivo, muy oxidante. Es un aceite que produce un envejecimiento más rápido”, dice Juan Tejo, nutricionista de Clínica MEDS, en Chile.
Según Tejo, esto no sucede con el aceite de oliva, que contiene ácidos grasos saludables para el corazón y que tiene un punto de cocción más alto, por lo que no se quema al cocinarlo”.
Los aceites “malos”, señala Gillespie, son los de semillas (colza, girasol, cártamo, salvado de arroz, semilla de uva y maíz), los de legumbres (soja y maní) y la mayoría de los aceites de frutos secos.