Antes que nada, la lealtad. Más aún si Dios lo sabe todo. Esa, al parecer, es la premisa que pone en práctica el Papa Francisco, luego de confesar haber sido víctima del sueño mientras se predispone a orar a nuestro queridísimo Dios Padre Todopodeoso.
Situación que no le imposibilita «santificar el nombre de Dios», detalló.
«Yo también, cuando oro, a veces me quedo dormido», reveló el Sumo Pontífice de origen argentino en una entrevistada para la televisión católica italiana.
Y no tiene nada de malo, pues, las páginas de la Biblia avalan el accionar de este químico, humanista, filósofo y teólogo, quien recuerda que «el descanso y el sueño, si se brindan a Dios, se convierte en oración».
«Esa es una de las muchas maneras de santificar el nombre de Dios, sentirse niño en sus brazos», puntualizó con transparencia Francisco.
Según fuentes confiables de la Ciudad del Vaticano, el Papa suele dormir a las 9 de la noche y se despierta a las 4 de la madrugada.
