Tomar vinagre de sidra de manzana podría ayudar a controlar el peso - 800Noticias
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La obesidad se ha extendido por todo el mundo y constituye una forma de malnutrición que también afecta a la población de los países con menos recursos económicos, como señala una investigación publicada recientemente en la revista científica The Lancet. No es de extrañar, por tanto, que la ciencia busque fórmulas para combatir este problema de salud pública, que se debe a una combinación de factores genéticos, ambientales y de estilo de vida y está vinculado con un mayor riesgo de desarrollar enfermedades crónicas como diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares, algunos cánceres comunes y osteoartritis.

El interés reciente en remedios alternativos para el manejo del peso ha destacado al vinagre de sidra de manzana por sus posibles beneficios para la salud, incluido el control del peso. Ahora, un pequeño ensayo clínico en el que han participado 120 adolescentes y adultos jóvenes libaneses de entre 12 y 25 años de edad (46 hombres y 74 mujeres) con sobrepeso u obesidad ha mostrado que este tipo de vinagre podría tener un efecto positivo en la reducción del peso corporal y el IMC de manera dosis-dependiente. Los hallazgos se han publicado en BMJ Nutrition, Prevention & Health.

El vinagre de sidra de manzana promueve la saciedad y mejora la sensibilidad a la insulina

Este vinagre, obtenido de la fermentación del jugo de manzana, contiene vitaminas, minerales, aminoácidos y polifenoles que pueden contribuir a sus efectos positivos. Estudios en ratas y humanos sugieren que su consumo puede reducir el aumento de peso, el azúcar en sangre y el perfil lipídico, además de promover la saciedad y mejorar la sensibilidad a la insulina, lo que podría reducir el riesgo de diabetes tipo 2.

El objetivo del estudio era evaluar la eficacia y seguridad del vinagre de sidra de manzana para reducir el peso y mejorar los perfiles lipídico y glucémico en los participantes, que fueron asignados al azar a grupos que consumieron diferentes dosis de este vinagre o un placebo durante 12 semanas. Los autores concluyen en su artículo que “el consumo de vinagre de manzana en personas con sobrepeso y obesidad condujo a una mejora en los parámetros antropométricos y metabólicos” y que este vinagre “podría ser un suplemento antiobesidad prometedor que no produce ningún efecto secundario”.

Miguel Ángel Martínez González, catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Navarra y catedrático adjunto del departamento de Nutrición de la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de Harvard (Estados Unidos), que no ha participado en la investigación, advierte en declaraciones a SMC España que los resultados se han de tomar con cautela: “Hay varias medidas repetidas a lo largo del tiempo, pero no usan la metodología estadística adecuada para medidas repetidas en un diseño longitudinal de este tipo. Solo usan aparentemente t test [una herramienta estadística para hacer comparaciones] y deberían haber usado otros modelos que permitiesen valorar componentes fijos y aleatorios, pero tampoco describen la dieta total de los participantes y cómo cambia su ingesta calórica, el consumo de frutas, verduras, ultraprocesados, etcétera”.

También Helen Truby, profesora e investigadora de Nutrición y Dietética en la Universidad de Queensland (Australia), se ha mostrado crítica con esta investigación y en declaraciones al mismo medio señala que “existen algunos problemas sustanciales en este estudio, que harían cuestionables las conclusiones extraídas”, y destaca que “el peso de los sujetos no era estable al inicio del estudio, por lo que es posible que estuvieran en un proceso de pérdida de peso antes de empezar a tomar el vinagre; la dieta y la actividad eran autoinformadas, por lo que no podemos estar seguros de que estas grandes pérdidas de peso no se debieran a cambios en el estilo de vida; además, no se ha informado del uso de medicamentos para perder peso”.

Aunque la investigadora reconoce que los resultados son significativos, advierte que “deberían reproducirse en un entorno más rigurosamente controlado antes de poder confiar en sus conclusiones. Sería maravilloso que una cucharadita de vinagre de sidra de manzana provocara una pérdida de peso sustancial, pero con la complejidad de la obesidad y su tratamiento a la que nos enfrentamos, a veces si algo parece demasiado bueno para ser verdad, a menudo no lo es”.

Con información de WebConsultas

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