Miles de argentinos viajan a Brasil para ver a su compatriota, el papa Francisco

Miles de argentinos viajan a Brasil para ver a su compatriota, el

papa Francisco.

BUENOS AIRES, 21 Mayo 2013 (AFP) – Unos 20.000 argentinos viajarán en julio a Brasil para participar de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) y para ver a su compatriota, el papa Francisco, que eligió un país latinoamericano para su primer viaje al exterior desde su entronización el 20 de marzo, informó a la AFP una fuente eclesiástica.

«Estimamos que solo de la Ciudad de Buenos Aires tendremos unos 5.000 participantes y de todo el país creo que vamos a ser más de 20.000», dijo Mario Miceli, responsable de la vicaría de jóvenes de la arquidiócesis de Buenos Aires.

Bajo el lema «Somos la Diócesis del Papa, la Iglesia de Francisco», los jóvenes de la capital argentina, ciudad natal del excardenal Jorge Bergoglio y ahora Pontífice, peregrinarán a Río de Janeiro para no perderse el encuentro que se llevará a cabo entre el 23 y el 28 de julio.

Miceli recordó que en la JMJ anterior, realizada en Madrid, participaron unos 6.000 argentinos, pero ahora las condiciones cambian mucho y dijo que en este caso se está haciendo un esfuerzo muy grande para que puedan viajar fieles de bajos recursos y no sólo quienes tienen los medios materiales.

«Vamos a ir en avión o en bus y en este caso queremos que sea diferente a jornadas anteriores en las que pudieron viajar personas con una realidad socioeconómica alta. Pretendemos una representación social mayor y queremos que viajen vecinos de villas de emergencia de Buenos Aires», afirmó el vicario.

La elección de Francisco al trono de Pedro despertó un gran fervor en un país en el que el 75% de la población profesa la religión católica, según la Iglesia y, en especial en los barrios pobres que el exarzobispo de Buenos Aires solía visitar.

«Estamos trabajando en las villas, haciendo ahorros, recibiendo aportes solidarios, becas y haciendo distintas actividades para recaudar fondos para que puedan estar cerca suyo los que menos tienen», explicó Miceli.

La organización argentina ya tiene en sus listas a 11.871 jóvenes de entre 14 y 35 años, además de monjas y sacerdotes. Habrá alrededor de 700 voluntarios de distintas diócesis del país y viajarán decenas de obispos, según la Agencia Informativa Católica Argentina (AICA).

El Papa volvió a hablar de su «amado país» en una carta dirigida a la presidenta Cristina Kirchner, con motivo de las próximas fiestas patrias del 25 de mayo.

Francisco le envió un «atento saludo con motivo de la Fiesta Nacional de ese amado país» y una felicitación a «todos los argentinos, a quienes tengo presentes en mi oración».

La JMJ, el gran encuentro global de jóvenes con el Papa, conmocionará Río de Janeiro con el arribo de unos 2,5 millones de jóvenes, la mayor parte de los países de la región.

Se trata de la segunda vez que las jornadas tienen lugar en América Latina, 26 años después de las de Buenos Aires, presididas por el entonces papa Juan Pablo II.

«En julio, yo estaré en Río de Janeiro para recibir al mundo entero junto con el papa, nuestro pastor. Y vos?», reza un afiche subido a la página web de una empresa de viajes, junto a una foto de seis monjas con sus hábitos blancos y sobre ellos una camiseta con el logo del JMJ: un corazón con el Cristo Redentor y la cruz peregrina, con los colores verde, amarillo y azul.

«Nosotros ya veníamos organizando el viaje por las JMJ desde hace meses, pero tras la elección de Francisco, la demanda aumentó considerablemente», explicó a la AFP Lucas Saladino, de Bramasole, una empresa de turismo especializada en temas religiosos.

La agencia, que apunta a un público de mayor edad y poder adquisitivo, ya agotó un paquete de 30 lugares, con un costo de 1.490 dólares.

En otro paquete aún disponible, ofrece mayores beneficios, entre ellos siete noches de hotel y traslado a Guaratiba, donde el Papa celebrará la vigilia y misa de la JMJ, por 2.600 dólares.

Saladino aclaró que el pago de los viajes es «totalmente en pesos argentinos y al cambio oficial», en relación a las restricciones impuestas por el gobierno a la compra y venta de dólares y la fuerte brecha con la cotización de la divisa en el mercado ilegal.