El Papa quiere más colegialidad en la organización de la Iglesia
El Papa quiere más colegialidad en la organización de la Iglesia
CIUDAD DEL VATICANO, 13 junio 2013 (AFP) – El papa Francisco quiere reforzar la colegialidad dentro de la Iglesia y crear una suerte de «consejo permanente» a partir de los sínodos, las reuniones de obispos de todo el mundo, un idea en la que trabaja junto con los ocho cardenales que designó para reformar la Curia Roma, el gobierno central, indicó este jueves al recibir a una delegación de religiosos.
«Se trata de un desafío. ¡Adelante, con libertad! ¡Necesito el aporte de los sínodos. Sin miedo!», instó Francisco a los miembros de la Secretaría del Sínodo de Obispos durante una charla informal en el Vaticano, durante la cual improvisó en numerosas ocasiones.
«Encontremos el camino para la coordinación entre el sínodo y el obispo de Roma», pidió.
Los sínodos son asambleas de obispos escogidos de las distintas regiones del mundo, que se reúnen en ocasiones determinadas en el Vaticano para debatir libremente sobre diferentes temas y fomentar la unión estrecha entre el pontífice y los obispos, que suelen estar muy arraigados a la realidad de su propio territorio.
El Papa habló también de las numerosas sugerencias que están llegando a los ocho cardenales encargados de la reforma de la Curia Romana, blanco de críticas y escándalos.
Entre los temas que el Papa dijo que abordará con los ocho cardenales, que se reunirán por primera vez a inicios de octubre, figura también el de la crisis de la familia.
»La familia es un problema serio. En las reuniones que he tenido con obispos de varias nacionalidades siempre ha surgido ese asunto», reconoció.
«Hoy en día muchas parejas no se casan, conviven, inclusive aquellas católicas. El matrimonio se volvió provisional», comentó Francisco, tras anunciar que se está pensando elaborar «una pastoral de la familia», dijo.
«Es un problema que trataremos en octubre», precisó.
Un mes después de su elección en marzo como primer Papa latinoamericano y jesuita de la historia, Francisco designó a un grupo de ocho cardenales para asesorarlo en la reforma del gobierno central de la Iglesia, sacudida por una serie de escándalos por intrigas y corrupción.
Entre los ocho cardenales figuran el hondureño Oscar Andrés Rodríguez Maradiaga, arzobispo de Tegucigalpa, presidente de Caritas Internationalis, conocido por sus posiciones a favor de una renovación del gobierno central de la Iglesia, y el chileno Francisco Javier Errázuriz Ossa, arzobispo emérito de Santiago de Chile, con experiencia en la maquinaria vaticana.