Se acerca la fiesta de San José, por María García de Fleury
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En pocos dias celebraremos la fiesta de San José y su exhortación apostólica, custodio del redentor, el papa San Juan Pablo II, detalla una declaración del papa Leon XIII al tocar la vocación de María y José con respecto a la encarnación de la palabra eterna, de Jesucristo.
Este es el misterio del que José de Nazaret compartía como ningún otro ser humano ha compartido excepto María, la madre de la palabra encarnada, él compartió a Jesús con ella, estuvo involucrado en el mismo evento salvifico, él era el guardian del mismo amor a traves del cual el padre eterno nos tenía destinado al ser sus hijos por medio de Jesucristo.
José es a quien Dios eligió para ser el supervisor del nacimiento del Señor, aquel que tiene la responsabilidad de cuidarle la entrada ordenada del hijo de Dios en el mundo, de acuerdo con las disposiciones divinas y las leyes humanas. Sería engañoso medir la importancia de San José por el número de palabras que se le atribuyen en las escrituras, como es tan a menudo el caso en la biblia, algunos comentarios aparentemente simples dicen mucho más de lo que nosotros podemos comprender en una vida de estudio y de reflexión.
La biblia no nos da una imagen exhaustiva de San José pero tampoco contiene una biografía definitiva de Cristo ni tampoco de su madre, la Virgen María, sin embargo las escrituras dicen todo lo que necesitamos saber acerca de San José, así como la misión que se le asignó en el plan de salvación. Fijense los siguientes puntos: San José estaba casado con María, la madre de Dios, era considerado el padre de Jesús, ejerció los derechos paternos sobre el niño Jesús.
San José era un hombre justo, San José a veces se le representa durmiendo después de todo, fue mientras dormía que un ángel lo iluminó con respecto al niño que María que llevaba en su vientre, la imagen de San José durmiente por lo tanto, toca a muchos, especialmente a aquellas personas que tienen problemas.
San José es un hombre de silencio y fuerza y tengamos presente que fue en sueños cuando José recibió los mensajes de Dios que le advertían del peligro que representaba el rey Herodes, le recomendó amar y proteger a María y al niño. Es el sueño que José asume el rol de padre en la tierra, de Jesús y de todos los hombres, una figura arquetípica de protector, defensor, consulador. José es el guardian cuidadoso y tierno de la familia, el hombre correcto que reside o guarda los misterios de Dios como él ha elegido conscientemente aceptar y proteger a María, la mujer que Dios ha querido que fuera la madre santa e inmaculada de su único hijo.
Existe la tradición de poner debajo de la estatua de San José durmiendo una serie de papelitos, papelitos que contienen problemas con solicitudes de gracia y oraciones de los fieles, es como invitar a San José a dormir en ellos y tal vez poner una buena palabra delante de Dios para resolver las situaciones dificiles y ayudar a los necesitados, renovando así su papel de padre misericordioso y totalmente dirigido hacia los que él ama porque él es el padre del hijo de Dios en la tierra y con Dios ¡siempre ganamos!
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