Santo Domingo de Silos, abogado de los privados de libertad, por María García de Fleury
EFE
Soy María García de Fleury. El 20 de diciembre la iglesia celebra a Santo Domingo de Silos, quien nació en La Rioja, en el Reino de Navarra, España, cerca del año 1000. Era hijo de agricultor y fue pastor de ovejas durante cuatro años, y eso lo ayudó a despertar el gusto por la soledad y la contemplación. Sus padres le permitieron ser ayudante del párroco del pueblo, y allí rápidamente avanzó en sus estudios.
El obispo de Nájera lo ordenó sacerdote a los 26 años. A los 30 años, después de haber vivido en soledad y oración, ingresó en el monasterio benedictino de San Millán, y allí continuó su formación. A los dos años de profeso, lo nombraron maestro de los jóvenes que se educaban en el monasterio. Luego fue nombrado prior de Santa María de Cañas, que se encontraba en un estado deplorable. Allí demostró su gran habilidad en la administración, haciendo prosperar el priorato rápidamente.
En ese tiempo, el hijo mayor del rey Don Sancho gobernaba los reinos de Navarra y La Rioja. En el año 1040, el rey fue al monasterio pensando abastecerse de sus bienes, pero Domingo le dijo, puedes matar el cuerpo y a la carne hacer sufrir, pero sobre el alma no tienes ningún poder. El evangelio me lo ha dicho y a él le debo creer. Sólo al que al infierno puede echar el alma, a ese es a quien debo temer. Ante esta resistencia de Domingo, el rey lo envió desterrado al priorato de San Cristóbal, llamado también Tres Celdas.
Al año siguiente, Domingo fue a Castilla, donde el rey Don Fernando, y este le ofreció protección. Podía haber vivido en el palacio, pero prefirió una ermita que pertenecía al monasterio de San Millán, sirviendo en ella a la virgen. Ese mismo año, el rey Fernando le propuso a Domingo que fuera abad del monasterio de San Sebastián de Silos, porque estaba en un grave declive y casi abandonado.
La restauración que comenzó por la iglesia fue espectacular y gracias a la vida cristiana y fervorosa que allí se cultivaba, fue creciendo la comunidad y las actividades culturales y artesanas. El monasterio de Silos llegó a ser uno de los más famosos de España. Santo Domingo de Silos organizó ayudas para liberar a los cristianos prisioneros y esclavos musulmanes. Logró liberar a más de 300. Hacía todo lo posible por ayudar a todos, pero no se dejaba engañar. Se cuenta que una noche, los ladrones quisieron robarse toda la cosecha del monasterio.
Domingo los dejó trabajar toda la noche y en la madrugada, cuando ya estaba todo recogido en costales, mandó a sus monjes con garrote a decirle muchas gracias por habernos reemplazado en recoger la cosecha, pueden irse. Pero para que no se fueran demasiado tristes, les envió un desayuno como pago por el trabajo que habían hecho. Obtuvo de Dios muchísimos milagros que realizó en vida.
No había enfermedad que sus oraciones no lograran curar. Anunció la fecha de su propia muerte, la cual ocurrió el 20 de diciembre del año 1073. Domingo se destacó por su gran capacidad organizadora, por su talento para la restauración. Creó una de las bibliotecas de España medieval más completas y ricas. Fue considerado ya en vida como un santo.
El monasterio que guarda sus restos tomó su advocación, denominándose de ahí en adelante Santo Domingo de Silos, de donde son famosos los cantos gregorianos que elevan el alma a Dios y amigos con Dios siempre ganamos.
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