San Jorge y el dragón, por María García de Fleury - 800Noticias
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Soy María García de Fleury

Jorge fue un joven oficial, un militar romano venerado en Europa sobre todo en la época medieval. Conocer su historia es hablar de defensa del pueblo cristiano contra los ataques de los infieles, es hablar del triunfo del bien sobre el mal, de la fuerza de la superación, y por eso hay que celebrarlo.

San Jorge nació en el año 280 más o menos, siglo tercero después de Cristo, en Capadocia, hoy parte de Turquía. Eran los tiempos del imperio romano, Jorge era noble de una familia romana acomodados de religión cristiana. Siendo niño murió su padre y se fue con su madre a vivir en Palestina, donde recibió el tratamiento de caballero, siento tribuna militar y aun siendo menor de 30 años. Esto era una hazaña muy importante por aquel entonces.

Pasó a formar parte de la guardia personal del emperador Diocleciano y siendo un joven oficial en tierras de lidia estuvo en la ciudad de Silene, donde acudían a veces dragones. Cuentan de que un dragón muy feroz estuvo atacando la ciudad durante un periodo de tiempo, dragón se llevaba niños, jóvenes y mujeres que acabaron todos muertos.

Un buen día, el dragón exigió que le entregaran a la bella hija del rey de Silene. Muy triste, el rey la bendijo y la dejó afuera de las murallas de la ciudad. San Jorge en ese momento llegó a la ciudad y se encontró con la bella joven a punto de enfrentarse con el dragón.

Rápidamente, Jorge montó sobre su caballo blanco, sacó su espada y se le enfrentó con gran valor y determinación. Mientras luchaba, se encomendó a Dios ofreciéndole aquella bestia del mal a cambio de la victoria. En su armadura, el símbolo de la cruz en blanco lucía sobre su pecho. San Jorge logró vencer al dragón, aplacar al dragón y le pidió a toda la población que se bautizara, que dejaran sus creencias y se entregaran al Dios de los cristianos.

Todos fueron bautizados por San Jorge y entonces Jorge de termino de matar al dragón, se arrodilló y le entregó su victoria a Dios. Al enterarse el emperador Diocleciano, que era un gran perseguidor de los cristianos, Diocleciano puso en marcho un durísimo y violento asedio contra esta nueva comunidad cristiana que estaba en auge, lo que se conoce como la gran persecución y cuando condenó a Jorge a apostar, es decir, a negar su fe, Jorge se rehusó a dejar su fe.

Diocleciano, muy molesto, ordenó ejecutar al joven militar de apenas unos treinta y algo de años, el 23 de abril del año 303. Su tumba es todavía venerada por los cristianos, principalmente por los cristianos ortodoxos. El emperador Constantino construyó una Iglesia en honor a San Jorge convirtiéndolo en un beato para la Iglesia ortodoxa griega.

Uno de los primeros Papas de la Iglesia lo canonizó en el año 494 y el papa Gelasio primero estableció su fiesta universal. San Jorge o San Jordi es el santo patrón de diferentes reinos, Inglaterra, Cataluña, especial devoción para él en Grecia, Rusia, Polonia, República Checa, Mallorca, Valencia, Italia, Malta, Tierra Santa, Iglesias cristianas de Turquía y de Israel.

Su tradición está arraizada en muchas partes del mundo donde es celebrado con grandes fiestas por su valor y defensa a la fe porque el sabía que con Dios siempre ganamos.

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