San Alberto Hurtado SJ, por María García de Fleury - 800Noticias
800Noticias
Religión

800 Noticias

Soy María García de Fleury.

Alberto Hurtado nació en Villa del Mar, Chile, el 22 de enero de 1901. De niño estudió becado en el Colegio San Ignacio. Se destacaba por cumplir con sus obligaciones, su inclinación para hacerle bien a todos, ser un muchacho muy alegre y juguetón.

A los 15 años manifestó sus inquietudes por ingresar a la compañía de Jesús, pero le pidieron que concluyera su bachillerato. Al terminarlo, decidió ingresar en la escuela de Derechos de la Universidad Católica.

A la salida de clases en la universidad, Alberto visitaba a los trabajadores desamparados para ofrecerles apoyo moral y espiritual y motivaba a otros amigos a que lo acompañaran. Pero la verdad es que el derecho no era la profesión que él realmente deseaba.

Graduado de abogado, el 14 de agosto de 1923 decidió ingresar a la compañía de Jesús. Fue ordenado sacerdote en Francia el 24 de agosto de 1933. Estudió y recibió el grado de doctor en pedagogía en la Universidad de Lovaina. Decía que la injusticia social trae más males que los que puedes reparar la caridad.

La situación de los obreros le causaba un gran dolor y era una gran motivación para dedicarse a ellos. Para Alberto, tanto la situación de los obreros como los pobres abandonados, le creaban una urgencia de edificar una sociedad justa y constituían el contenido preciso de su experiencia íntima de Dios en Cristo.

Era un jesuita contemplativo en la acción. Supo traducir su adhesión a la naciente doctrina social de la iglesia en acciones concretas de solidaridad, como lo fue su fundación del Hogar de Cristo, donde estimulaba la sensibilidad social y lo que es ser solidario en Cristo, pues allí se refugiaban muchos pobres, encontraban paz, descanso, comida y formación espiritual también.

Fundó la revista Mensaje y la acción sindical chilena. Podemos decir que el padre Hurtado vivía una mística social porque hacía caridad directa con los pobres y al mismo tiempo trabajaba por un orden social cristiano mediante la conversión a Cristo y la reforma de la sociedad en sus estructuras injustas, generadoras de miseria.

Su mística social era parte de la fuerte espiritualidad ignaciana que vivía. El padre Hurtado fue un hombre de acción, mucho más que un teólogo. Como hijo de Ignacio de Loyola, buscaba en todo la voluntad de Dios.

Si la adoración de Dios es la más alta de las actividades, él destacaba que la mayor de las alabanzas era hacer la voluntad de Dios. Para el padre Alberto Hurtado, la respuesta a conocer la voluntad de Dios es Cristo, y decía, aquí está la clave, crecer en Cristo, viviendo la vida de Cristo, imitando a Cristo siendo otro Cristo.

Alberto Hurtado creó un sindicato católico la acción sindical chilena con el objeto de oponer resistencia a un ideario político marxista que iba en contra de los valores defendidos por la iglesia católica. Antes de morir dijo, por la eucaristía puedo yo decir con toda verdad, Cristo vive en mí y yo en él.

El padre Alberto Hurtado demostró que alaba a Dios el que sigue a Jesucristo porque él sabía que Cristo es Dios y con Dios siempre ganamos.

Le interesa: San Ezequiel Moreno, patrono de los enfermos con cáncer, por María García de Fleury

Únete a nuestro canal de Telegram, información sin censura: https://t.me/canal800noticias