Reflexión: Milagros eucarísticos en Lanciano y Santarem
María García de Fleury
El Apostolado Mundial de la Virgen de Coromoto ha lanzado una iniciativa espiritual que invita a los fieles a embarcarse en un viaje de reflexión eucarística.
Durante 33 días, los participantes se sumergirán en meditaciones profundas sobre la Eucaristía, culminando con un acto de consagración al Santísimo Sacramento.
Esta actividad, que se está llevando a cabo a través de WhatsApp, comenzó el 4 de junio y concluirá el 7 de julio, ofreciendo una oportunidad única para la devoción y el crecimiento espiritual.
Hoy la reflexión corresponde a los milagros Eucarísticos: Los Casos de Anciano y Santarém
Los milagros eucarísticos son fenómenos sobrenaturales que han sido objeto de estudio y veneración a lo largo de la historia de la Iglesia Católica. Dos de los más famosos y estudiados son los ocurridos en Lanciano, Italia, y Santarém, Portugal.
Lanciano
Lanciano es una pequeña ciudad medieval al sur de Italia, donde se conserva el primero y más grande de todos los milagros eucarísticos desde hace más de 12 siglos.
El protagonista de este milagro fue un monje de la Orden de San Basilio, sabio en las cosas del mundo, pero no en las cosas de fe. Durante un tiempo de prueba en contra de la fe, dudaba de la presencia real de Cristo en la Eucaristía. En medio de su duda, durante la celebración de la Misa, tras pronunciar las palabras de la consagración, vio cómo la hostia se convertía en un círculo de carne y el vino en sangre visible.
Este fenómeno sobrenatural lo llevó a un estado de gozo y agradecimiento, y compartió su experiencia con los fieles presentes, quienes se apresuraron para ir junto al altar y ver el milagro. La carne se mantuvo intacta y la sangre se dividió dentro del cáliz en cinco partículas de distintos tamaños y formas irregulares.
A lo largo de los años, se han realizado diversas investigaciones científicas sobre este milagro. En 1981, el profesor Eduardo Linoli, junto con el profesor Rugero Bertelli de la Universidad de Siena, realizaron análisis con todo rigor científico y concluyeron que la carne y la sangre pertenecen a la especie humana, específicamente al tejido muscular del corazón.
Santarém
En Santarém, una importante ciudad de Portugal, una mujer temerosa de perder el amor de su marido recurrió a una hechicera, quien le pidió robar una hostia consagrada para hacer una poción de amor. Sin embargo, al salir de la iglesia, la mujer notó que el paño en el que había escondido la hostia se estaba mojando con sangre.
Aterrorizada, escondió la hostia en un cajón en su casa, pero durante la noche, una serie de rayos de luz emanaron del cajón, iluminando toda la casa. Al día siguiente, los esposos informaron al párroco, quien recuperó la hostia y la llevó en procesión solemne a la iglesia.
Actualmente, la hostia se conserva en la Iglesia de San Esteban en Santarém, conocida como el Santuario del Santo Milagro. A lo largo de los siglos, la hostia ha vuelto a sangrar y se han visto en ella varias imágenes de nuestro Señor Jesucristo.
Estos milagros eucarísticos, estudiados y certificados por la ciencia, son testimonios tangibles de la presencia real de Cristo en la Eucaristía, y continúan siendo fuente de fe y devoción para los fieles de todo el mundo.
Este es un resumen la reflexión completa la puedes escuchar aquí
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