¿Quién es Raúl Gorrín? | El dueño de Globovisión acusado por la justicia de EE.UU.
Con información de Tal Cual
La vida de Raúl Gorrín es una verdadera historia de novela. Según su blog personal, Raúl Antonio nació en 1968 el seno de una familia humilde en una barriada pobre de Caracas, cosa difícil de creer puesto que para ese entonces los sueldos de un inspector de salud pública y de una enfermera ubicaban a la suya como una familia clase media.
Aunque inició el curso de ingeniería aeronáutica en el Iufan (Instituto Universitario de la Fuerza Armada Nacional), pronto abandonó la carrera para abrazar el derecho, que estudió en la Universidad Santa María.
Sus primeros años de ejercicio profesional transcurren en RGDOJ, escritorio jurídico que fundó junto a otros colegas y que le permitió granjearse importantes contactos, entre ellos con Álvaro Gorrín, presidente del floreciente Banco Canarias, una entidad que gozó del visto bueno del gobierno durante los primeros años del gobierno de Hugo Chávez, quien en 2009 ordenó su liquidación tras destaparse oscuros manejos.
Para entonces, la carrera empresarial de Raúl Gorrín ya había despegado. Junto a Gustavo Perdomo (un integrante de la llamada ‘banda de los enanos’ a quién conoció en el Canarias), Juan Domingo Cordero y otros accionistas, adquirió La Vitalicia, una decaída aseguradora que floreció de la noche a la mañana gracias al apoyo de sus influyentes amistades, entre quienes se contaban tanto personeros del gobierno como de la oposición.
Pero el gran salto lo daría en 2013, cuando a través de una negociación que dejó más dudas que certezas adquirió Globovisión, canal de noticias abiertamente contrario al gobierno que cambió su línea editorial apenas el trío Gorrín-Cordero-Perdomo asumió las riendas.
Aunque se ignora cómo un accionista de una aseguradora mediana había obtenido el dinero para comprar una televisora, dos versiones sobresalieron entonces para dar una explicación: se dijo que el trío comprador era testaferro del gobierno, a imagen de lo que ocurrido en otros grandes medios de comunicación como la Cadena Capriles y El Universal, que ese mismo año pasaron a nuevas manos, supuestamente del entorno presidencia.
La otra tesis, que adquiere sentido a la luz de las nuevas investigaciones, señalaba que Gorrín junto al extesorero de la República, Alejandro Andrade, habían establecido una estructura cambiaria mediante la que la República compraba bonos en moneda extranjera y los vendían en mercados paralelos.
El lado político de la noticia
Al parecer, las ambiciones de Gorrín han trascendido el ambiente empresarial venezolano. Ligado a los más encumbrados círculos de poder en Venezuela, en septiembre de 2017 el diario Miami Herald informó que el empresario estaría negociando en Whashington una solución pacífica a la crisis venezolana que incluiría la salida de Nicolás Maduro, a la par de intentar abrirse camino en el mundo de las comunicaciones en el país del norte.
Verdad o no, lo cierto es que Gorrín pagó a la firma de cabildeo Ballard Partners 450.000 dólares para, aparentemente, mejorar la maltrecha imagen de canal noticioso venezolano, en especial en el sur de Florida, donde en 2014 Gorrín fue declarado persona non grata por las autoridades de Miami.
El rechazo de los gobernantes de la sureña capital estadounidense no fue obstáculo para que el empresario siguiera ligado a Florida. De hecho, compró una gran cantidad de propiedades de lujo en Coral Gables, Aventura y Sunny Isles Beach que hoy lo delatan.
Y es justo del sur de Florida de donde proviene el nuevo episodio en la vida del próspero empresario. En agosto pasado, el diario Miami Herald daba la primicia al afirmar que Gorrín estaba incluido en la investigación por el lavado de 1.200 millones de dólares provenientes de las arcas de Pdvsa, un caso en el que está involucrado varios ‘bolichicos’ y exfuncionarios de la estatal petrolera, entre ellos Francisco Convit, Carmelo Urdaneta, Abraham Ortega, Abrahan Shiera, José Vicente Amparan Croquer y Matthias Krull, el único apresado y confeso hasta la fecha.
De hecho, Gorrín estaría en medio de toda una red de corrupción con al menos dos dedos acusadores apuntándole: por un lado habría contactado a Krull para el lavado de 600 millones de dólares; mientras que por otro su nombre fue mencionado por Alejandro Andrade, quien fue detenido en días pasados por las autoridades de EEUU al violar el esquema de cooperación establecido con la Fiscalía de ese país en la investigación que se le sigue.
Por lo pronto, la acusación involucra el congelamiento de “cientos de millones de dólares” en propiedades y activos, donde figuran al menos 24 apartamentos en Florida y Nueva York.
¿De qué se le acusa? Pues de “conspiración para violar la Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero”, “conspiración para cometer lavado de dinero” y por “lavado de instrumentos monetarios”, delitos que según las leyes de EEUU involucran penas que varían de cinco a 20 años de cárcel.
Con información de Tal Cual