¿Qué es la dieta de la zona? Beneficios y desventajas
Redacción 800 Noticias
La dieta de la zona es uno de los modelos de alimentación que más se ha popularizado en los últimos años. Fue diseñada por el estadounidense Barry Sears y logró convertirse en una tendencia luego de ser adoptada por algunas estrellas de Hollywood.
A través de esta propuesta se sugiere una alternativa para orientar la nutrición de tal manera que se pueda mejorar la salud y el peso. De hecho, una de sus características principales es que organiza la alimentación respecto a la influencia que tienen los alimentos sobre el metabolismo.
¿En qué consiste exactamente? ¿Cuáles son sus desventajas? Antes de decidir adoptarla es muy importante conocer cómo funciona y qué efectos tiene. Por eso, a continuación queremos repasar sus aspectos más relevantes y las reacciones adversas que no se deben ignorar.
¿Qué es la dieta de la zona y cuál es su objetivo?
La dieta de la zona es un estilo de alimentación que se basa en la regulación de las hormonas mediante un modelo cuya fórmula es 40% de hidratos de carbono, 30% de proteínas y 30% de grasas en cada una de las comidas principales.
Está basada en una teoría que sugiere disminuir la inflamación de las células, a las que señala como responsables del sobrepeso, envejecimiento y enfermedades como la diabetes y el Alzhéimer. Su objetivo principal es alcanzar y mantener un estado metabólico, al cual denomina como “estar en la zona”.
Al lograr este estado, el cuerpo y la mente trabajan en su máxima eficiencia y, por lo tanto, mantienen el bienestar general. Por eso, más allá de ser una dieta, se destaca como un concepto nutricional para facilitar el equilibrio de las comidas en beneficio de la salud.
Fundamentos básicos de la dieta de la zona
El fundamento principal de la dieta de la zona es la combinación de hidratos de carbono, proteínas y grasas en una proporción 40-30-30. A través de este balance se busca una regulación hormonal para mantener la saciedad hasta por 5 horas.
Si bien es un plan que no le presta demasiada atención al total de calorías, lo idóneo es que dichas proporciones estén compuestas por alimentos saludables. Además, se deben seguir otras reglas básicas para que sea efectiva:
Hacer cinco comidas diarias.
Desayunar en la primera hora después de despertar.
Comer cada 4 o 5 horas, incluso si no hay sensación de hambre.
Beber hasta 2 litros de agua al día.
Consumir hidratos de carbono complejos (cereales integrales, frutas, vegetales, etc.).
Optar por las grasas de tipo “saludables” como el omega 3 (aceite de oliva, frutos secos, pescados grasos, etc.).
Tomar proteínas en cada comida para prevenir la disminución de azúcar (carnes magras, huevos, vegetales, lácteos, etc.).
Beneficios de la dieta de la zona
La dieta de la zona pretende educar a las personas para que mejoren su alimentación de forma permanente. Por eso, a diferencia de otros regímenes famosos, no es un plan restrictivo ni hipocalórico. ¿Qué beneficios aporta?
Activa el organismo para que consuma las reservas de grasa que tanto cuesta “quemar”.
Ayuda a equilibrar las hormonas que controlan la concentración de glucosa en la sangre: la insulina y el glucagón.
Esto se debe a la reducción en la ingesta de carbohidratos, lo cual puede mejorar la salud metabólica, según un estudio publicado en la revista British Journal of Sports Medicine.
Al controlar la actividad hormonal favorece la reducción de los desequilibrios en los niveles de inflamación celular.
Favorece la pérdida de peso sin pasar por hambre o sufrimientos.
Controla la sensación de ansiedad por la comida y evita los excesos de alimentos poco saludables.
Mejora el estado de la piel, uñas y cabello.
Aumenta la capacidad antioxidante del organismo para eliminar las partículas de los radicales libres que aceleran el envejecimiento.
Optimiza el funcionamiento del sistema inmunitario y ayuda a prevenir enfermedades.
Desventajas de la dieta de la zona
A pesar que ha logrado posicionarse como un modelo de alimentación saludable, la dieta de la zona tiene sus detractores. Por ejemplo, el español Aitor Sánchez García, escritor del libro Mi Dieta Cojea, publicado en el año 2016, la calificó como una gran falacia.
El también nutricionista y tecnólogo alimentario sugiere que este proyecto tiene fines económicos que benefician a la industria. Esto debido a que se necesitan alimentos específicos para poder cumplir con la fórmula del 40-30-30. Además, todo debe estar muy bien calculado y planificado para no fracasar en el intento de mantenerla. Por eso, sus seguidores deben contar con el libro a mano para aprender con precisión cómo diseñar sus comidas.
Las proporciones recomendadas para un correcto equilibrio de carbohidratos, proteínas y grasas es muy distinto al que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS). En consecuencia, podría incidir en algunas enfermedades asociadas con el exceso de proteínas y grasa. A pesar de todo, la literatura científica no ha conseguido demostrar que exista una relación entre alto consumo de grasa y un incremento del riesgo de la enfermedad cardiovascular.
La dieta de la zona podría mejorar la salud
Es evidente que para seguir la dieta de la zona hay que tener una disposición total de mejorar el estilo de vida y la alimentación. Sin embargo, habría que analizar cada caso particular para saber si puede cumplir con las necesidades de cada uno. Resulta recomendable realizar ejercicio físico de forma regular para complementar este plan de alimentación.
Con información de Mejor con Salud
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