¿Por qué dicen que el estómago es nuestro segundo cerebro?
Agencias
¿Sabías que en el estómago y en los intestinos hay millones de neuronas? ¿O que cuenta con un sistema nervioso autónomo? ¿Eres consciente de la importancia de tu microbioma? ¿Sabías que el estrés y tu estado de ánimo también se reflejan en tu aparato intestinal? En los últimos años todos nos hemos concienciado de lo perjudicial que es el consumo de tabaco o alcohol, pero… ¿por qué no nos preocupamos igual por lo que comemos? ¿Sabemos nutrirnos correctamente? ¿Te has pasado a la comida real? ¿Qué trucos tenemos que seguir para llevar una alimentación saludable?
El estómago como segundo cerebro
¿Podemos considerar el estómago como nuestro segundo cerebro? Hemos charlado con varios nutricionistas y médicos que, con matices, coinciden. «A diferencia de otros órganos de nuestro cuerpo, el intestino puede funcionar solo. Tiene autonomía para tomar decisiones y no necesita que el cerebro le diga qué hacer», afirma la doctora Megan Rossi, especialista en salud intestinal.
«El intestino está gobernado por el sistema nervios entérico, con sus propios circuitos neuronales; de hecho, aproximadamente el 70 por ciento de nuestro sistema inmune vive en el intestino. Y cuanto mejor y más diversificada sea nuestra dieta, más diverso y óptimo será nuestro microbioma. Esos microbios son como mascotas internas que hay que cuidar para absorber mejor todos los nutrientes», explica.
«¿Es el estómago un segundo cerebro? A ver… ¿hay neuronas en el sistema digestivo? Sí, hay un plexo entero de neuronas. ¿Se le puede llamar segundo cerebro? Bueno… al final quien controla el cuerpo son otros órganos, pero sí podemos escuchar nuestro cuerpo y ver qué nos sienta bien y qué nos sienta mal, pero no creo que el estómago sea un órgano tan independiente como el cerebro a la hora de tomar decisiones, lo considero complicado –matiza Luis Alberto Zamora, autor junto a Alberto Herrera del libro Comer bien es fácil si sabes cómo, publicado por Editorial Planeta–. Pero es verdad que cuando tú comes a las mismas horas, cuando tienes una rutina alimentaria de comer bien, pues el cuerpo reacciona para bien, así que sí puedes educar tu estómago en ese sentido. Pero a nivel científico esa afirmación es más poesía que realidad».
Reeducar el estómago
El nutricionista es Luis Alberto y no quiero ser prescriptor de nada, soy más periodista –dice Herrera–. Pero, desde mi experiencia personal, hubo un momento en el que decidí comer menos azúcar del que comía, y eso que pensaba que tomaba poco, pero como está oculto en mil sitios, como el pan de molde, pues era difícil; decidí cortar el azúcar poco a poco, reeducar mi organismo con fuerza de voluntad y, aunque al principio, por ejemplo, el primer yogur no me supo bien, luego el cerebro y el estómago se acostumbraron a nuevos sabores, como con la sal. Es curioso, pero los chocolates que antes me gustaban, ahora no tanto porque me saben superdulces y ya no me agradan tanto.
La importancia de la microbiota intestinal
También conocida como flora intestinal, la microbiota es el conjunto de microorganismos o bacterias de nuestro aparato digestivo. Objeto de infinidad de estudios en los últimos años, son vitales en el buen funcionamiento de nuestro sistema inmunitario. Es la encargada de nuestro bienestar intestinal, nos ayuda a digerir mejor todo lo que comemos y aprovechar sus nutrientes y protegernos de gérmenes y sustancias dañinas.
«Una mala nutrición aumenta la incidencia de enfermedades infecciosas; una óptima, protege el sistema inmune», dice el doctor Ramón Estruch, del Servicio de Medicina Interna del Hospital Clínic (Barcelona). «Si comes mejor, te recuperarás más rápido también. Hay un estudio que refleja que las personas malnutridas tienen una curación más lenta y una mayor incidencia de enfermedades”.
De hecho, durante el confinamiento por la pandemia del coronavirus, se han multiplicado los problemas digestivos. «Alrededor de todo el sistema digestivo hay tantas neuronas que, en conjunto, se las puede considerar un cerebro en sí mismas. Su función, además de hacer una buena digestión, es gestionar gran parte de nuestro mundo emocional”, cuenta Mónica García Bodini, socia fundadora de Green Frog Aloe. Por esa razón, los episodios de nerviosismo y ansiedad, fruto de la situación de confinamiento, pueden ser los causantes de una mala digestión.
¿Probióticos sí o no?
Sí. Cuando hablamos de alimentos fermentados (probióticos), tan de moda últimamente por sus beneficios para nuestra salud y en especial para regular la flora intestinal, siempre recordamos los mismos nombres: el kéfir, el yogur, el miso, el tempeh, el tofu, el chucrut, el kimchi o la kombucha. Pocas veces se habla en este sentido de las ciruelas umeboshi, la cerveza artesanal, el tamari o la masa madre, cada vez más presentes en obradores y panaderías.
Los alimentos probióticos son aquellos que contienen microorganismos vivos necesarios para mantener en perfecto estado nuestra microbiota, bacterias beneficiosas que se alimentan asimismo de prebióticos, como por ejemplo los encurtidos, los ajos o los plátanos no excesivamente maduros, ayudando a un óptimo equilibrio intestinal. Estos alimentos nacen de la fermentación, como la kombucha (té), el chucrut (col), el miso (soja con arroz, cebada, etc), el tepache (piña), el kvas (remolacha) o el kéfir (leche o agua). De hecho, estos últimos son recomendados en ocasiones cuando se padece colon irritable, enfermedad de Crohn o el cada vez más presente SII (síndrome del intestino irritable) entre otras enfermedades. Aunque la lista de alimentos probióticos no es muy extensa, siempre escuchamos o leemos sobre los mismos, sin reparar en otros tan habituales como el vinagre de sidra de manzana, el umeboshi, la masa madre, la levadura, agua, malta y lúpulos de cerveza o el tamari.
Entender nuestro metabolismo
«Cuando te explican el por qué de la cosas, las entiendes mejor y las llevas a la práctica mejor. Hay que darles herramientas para ser crítico. Donde más mitos alimentarios he oído, por ejemplo, es en el gimnasio, se podría hacer un libro… –bromea Luis Alberto–. Es habitual escuchar cosas como «la fruta a esa hora no porque el metabolismo tal o cual»; pero vamos, a ver, ¿tú sabes que es el metabolismo? El metabolismo significa conjunto de reacciones químicas y solo hay uno. O eso de las ventanas metabólicas, que no hay una evidencia científica de que eso sea así; no por comer a una determinada hora vas a generar más músculo…».
Fuente: menshealth.com