Pensamientos intrusivos y cuándo son un problema - 800Noticias
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800 Noticias | Agencias

¿Alguna vez has estado conduciendo por una autopista, escuchando la radio, cuando de repente tu cerebro te dice: «Oye, ¿y si doblo hacia la zona del medio que separa las carreteras?» O tal vez tomaste un cuchillo para cortar un poco de pan y te preguntaste: «¿Qué pasa si lastimo a alguien con esto?»

Estos son ejemplos de pensamientos intrusivos, esos que aparecen en tu cabeza o por sí solos, o por la situación en la que te encuentras, como manejando un auto o cortando pan.

Idealmente, los reconocemos para luego simplemente hacerlos a un lado y seguir adelante. Pero para algunas personas, en ciertos momentos de su vida, descartar los pensamientos intrusivos puede volverse más difícil.

Aquí, con la ayuda de expertos, explicamos qué son los pensamientos intrusivos, qué sucede cuando se descontrolan y cómo tratarlos.

¿Qué son los pensamientos intrusivos?

Desde la perspectiva más amplia, un pensamiento intrusivo es cualquier cosa aleatoria que «aparece en la mente», explica el psicólogo clínico Mark Freeston, quien se especializa en el trastorno obsesivo compulsivo (TOC) y los trastornos de ansiedad en la Universidad de Newcastle, en Reino Unido.

Técnicamente, un pensamiento intrusivo podría ser positivo, pero la mayoría de las veces son los negativos los que notamos.

Un ejemplo podría ser un pánico repentino de que dejaste el horno encendido y tu casa se va a quemar. El tipo de cosas en las que todos pensamos de vez en cuando. Es posible que no pensemos en ello como algo ‘no deseado’, porque es solo un pensamiento que olvidamos rápidamente.

Incendio

Luego están los pensamientos intrusivos que realmente son no deseados, en problemas de salud mental como el TOC, el trastorno de estrés postraumático (TEPT) y la ansiedad social.

«En la ansiedad social, los pensamientos intrusivos probablemente serían ‘¿Cómo me ven los demás?’, ‘¿Me tiembla la mano?'», dice Freeston. Mientras que, en el TOC, los pensamientos pueden ser miedos a la contaminación, o en el PTSD, pueden ser recuerdos o escenas retrospectivas de un evento traumático.

En psicología, lo que marca un pensamiento intrusivo como diferente a una preocupación u otro tipo de pensamiento es que está en desacuerdo con lo que generalmente crees que es verdad, o con tus valores. Los psicólogos se refieren a esto como un pensamiento ‘egodistónico’.

Las preocupaciones se consideran más «egosintónicas», lo que significa que están más alineadas con nuestras creencias.

Por ejemplo, si has estado leyendo sobre el aumento de los costos de la energía y los artículos básicos del supermercado, y estás comenzando a gastar más de lo que ganas, es comprensible que te preocupe cómo pagarás tus facturas, pero eso sería una preocupación, no un pensamiento intrusivo.

¿Son normales los pensamientos intrusivos?

Adam Radomsky, autor principal de un estudio de 2014 y quien trabaja en la Universidad de Concordia en Montreal, Canadá, dice que cree que todos tenemos pensamientos intrusivos.

«Sabemos que es más probable que las personas los noten o luchen con ellos durante los períodos estresantes», dice. «Pero creo que es solo un hecho de la humanidad que los tenemos. La mayoría de ellos probablemente no los notemos».

Hombre estresado

Tal vez el hecho de que los tengamos sea el resultado de procesos importantes que ocurren en nuestro cerebro: si nunca tuviéramos pensamientos aleatorios o consideráramos cosas que no creíamos que fueran ciertas, ¿cómo crearíamos arte abstracto o soñaríamos ficciones fantásticas?

Freeston está de acuerdo en que los pensamientos intrusivos son «parte de la condición humana», y agrega que es beneficioso para los humanos tener pensamientos aleatorios todo el tiempo.

«Uno de los argumentos que se ha esgrimido es que si no tuviéramos pensamientos aleatorios, nunca resolveríamos los problemas», dice.

En el TOC, se ha explorado la relación entre el pensamiento intrusivo y la creatividad como una forma de enfrentar la condición directamente. Por ejemplo, escribir pensamientos aleatorios podría ser una forma de aprovecharlos en lugar de permitir que bloqueen nuestro cerebro.

¿Cómo puedo acabar con mis pensamientos intrusivos?

Una vez más, los pensamientos intrusivos son normales, por lo que no puedes detenerlos. Pero si los pensamientos intrusivos te preocupan, hay tratamientos bien establecidos disponibles. Para el TOC (y el trastorno dismórfico corporal), esto suele ser terapia cognitiva conductual (TCC) y terapia de exposición y respuesta, aunque existen enfoques de TCC separados y personalizados para otros trastornos como el TEPT.

La TCC se enfoca en ayudate a cambiar tu forma de pensar, incluida la forma en que reaccionas a los pensamientos intrusivos. La terapia de exposición y respuesta te desafía a confrontar el objeto de tu miedo, por lo que si tienes compulsiones de limpieza, podría implicar tocar los grifos de un baño público sin realizar la limpieza ritual.

Terapia

Aunque estos tratamientos no benefician a todos en la misma medida, el beneficio que ofrecen está respaldado por pruebas sólidas. También hay otros enfoques nuevos, como la atención plena (mindfulness) y la terapia centrada en la compasión (que anima a los pacientes a desarrollar una voz interior más amable), pero aún no tienen los datos que los respalden.

«Hay evidencia de que funcionan mejor que nada, pero hay muy pocas comparaciones directas», dice Freeston, refiriéndose a cómo se comparan con los enfoques estándar.

El desarrollo de nuevos tratamientos también implica aprender más sobre las causas de los pensamientos intrusivos. Coles está trabajando actualmente en la relación entre los trastornos del sueño y los pensamientos intrusivos en el TOC.

«Las personas con TOC tienden a quedarse despiertas hasta muy tarde», dice, «son solo datos iniciales, pero esto parece estar potencialmente relacionado con la incapacidad de sacar los pensamientos de tu cabeza».

El grupo de Radomsky está trabajando para ayudar a las personas a cambiar ciertas creencias que podrían estar relacionadas con sus pensamientos intrusivos. Por ejemplo, la creencia de que su memoria podría no ser muy buena; corrección que puede ayudar a las personas a superar los comportamientos de verificación repetitivos.

Otro enfoque son las creencias sobre la pérdida de control. «La gente a veces cree que si pierde el control de sus pensamientos, podría perder el control de su comportamiento», explica. «Esas creencias en el TOC son inevitablemente falsas».

Con información de la BBC

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