OMS incluye a las personas transgénero en la misma gran categoría que la pedofilia
El País
Las personas que no se identifican con el sexo que les asignaron al nacer están consideradas enfermas mentales por los principales manuales de diagnóstico. El texto de referencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el ICD 10, incluye a las personas transgénero en la misma gran categoría que la pedofilia y la cleptomanía. Esta situación ha sido denunciada repetidamente por activistas y psiquiatras, especialmente cuando se sabe que el estigma social que pesa sobre estas personas es una de las principales razones de que tengan altas tasas de depresión y otros trastornos.
Un estudio publicado en The Lancet Psychiatry explora si la OMS debe cambiar su clasificación médica. El trabajo se basa en una encuesta a 250 personas transgénero que se ha realizado en México. Es el primero de estudios similares que se van a llevar a cabo en Brasil, Francia, India, Líbano y Suráfrica.
Una de las bases de la definición de la OMS de los trastornos mentales es que van asociados a malestar mental y problemas que impiden un funcionamiento adecuado del razonamiento. La inclusión de la identidad transgénero en este grupo ha sido cuestionada incluso por grupos de trabajo internos de la OMS que han recomendado incluirlo en la categoría de trastornos relativos a la salud sexual de cara a la nueva edición de la Clasificación Internacional de Enfermedades, el ICD-11.
“El estigma asociado a las enfermedades mentales en general y a la identidad transgénero en particular han contribuido a que estas personas tengan un estatus legal precario, sufran abusos de sus derechos humanos y tengan barreras a la hora de recibir cuidado médico”, resalta Geoffrey Reed, de la Universidad Nacional Autónoma de México y principal autor del estudio.
El trabajo apunta a que es el rechazo social y la violencia que a menudo sufren estas personas el responsable de sus problemas mentales y no tanto las cuestiones relacionadas con su identidad sexual.
“Nuestros resultados confirman que el malestar y las disfunciones mentales pueden ser el resultado más de la estigmatización y el maltrato que de problemas integrales a la identidad transgénero”, ha dicho Rebeca Robles, del Instituto Nacional de Psiquiatría de México. “El siguiente paso es confirmar esta situación con más estudios en otros países antes de que la OMS revise su clasificación Internacional de Enfermedades [ICD-11] en 2018”, añade.
El estudio se ha realizado con 250 personas transgénero en la Clínica Especializada Condesa, el único centro público de México dedicado a atender a personas transgénero. Los participantes tenían entre 18 y 65 años y la mayoría de ellos son mujeres clasificadas como hombres al nacer.
El 76% de los participantes declararon haber sufrido rechazo social, la mayor parte de las veces por parte de sus propias familias, compañeros de clase y amigos. El 63% aseguró haber sido víctima de la violencia por su identidad transgénero y en la mitad de casos fue la propia familia quien les agredió. El estudio ha analizado las encuestas con modelos estadísticos. Los resultados apoyan que en la mayoría de los casos los problemas mentales de estas personas se asocian más a su rechazo social y a la violencia que sufren que a los problemas con su propia identidad sexual.
En una opinión publicada junto al estudio, Griet De Cuypere, del Hospital Universitario de Gante (Bélgica) y Sam Winter, de la Universidad Curtin (Australia) resaltan: “este estudio impulsa a los médicos y psiquiatras a que sean conscientes de la deriva que existe desde el estigma hasta la enfermedad en las personas transgénero”. Otro asunto urgente es en qué apartado del manual incluir ahora a la identidad transgénero, advierten.