Nuestra Señora de los Dolores, por María García de Fleury
Por: María García de Fleury
El título de Nuestra Señora de los Dolores dado a la Virgen María se enfoca en su intenso sufrimiento y dolor durante la Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo.
Tradicionalmente, este sufrimiento no se limitaba al acontecimiento de la pasión y la muerte, más bien comprendía los Siete Dolores de la Virgen María que fueron predichos por el sacerdote Simeón cuando María y José fueron a presentar al Niño Jesús en el templo. En ese momento, Simeón les dijo: «Este niño está destinado a ser la ruina y la elevación de muchos en Israel, a ti una espada atravesará tu corazón y saldrán a la luz los pensamientos íntimos de los hombres». Siete dolores que están muy presentes en la actualidad:
La huida Egipto: Amigos, muchos niños recorren con sus padres, el camino de la emigración, el destierro, buscando un sitio donde crecer sin temor.
Jesús perdido en el templo: Su padres lo buscaban angustiados, y cada día ¿Cuántos niños se pierden son secuestrados robados maltratados?.
Tercer dolor, María encuentra a Jesús camino al Calvario: ¿Cuántas madres en el mundo van encuentro de un hijo perseguido, preso maltratado, humillado?
La crucifixión y muerte de Jesús: ¿Cuántos calvarios más en las guerras, en y las situaciones de violencia?
Jesús es bajado de la cruz y colocado en brazos y María: ¿Cuántos hijos serán bajados de un tanque de guerra o apartados del camino con sus cuerpos destrozados?
Séptimo dolor; el entierro de Jesús: ¿Cuántas manos de madre han lavado, lavarán y vestirán al hijo para su último viaje?
En todos estos hechos se cumplió la profecía de Simeón de que una espada traspasaría el corazón de Nuestra Santísima Madre, por eso a veces se representa a María con el corazón al descubierto y 7 espadas atravesándolo.
Es muy importante reconocer que cada nuevo sufrimiento fue recibido con la valentía, el amor y la confianza que se hicieron eco en el momento en que ella dijo su sí y afirmó «hágase en mi según tu palabra», pronunciado por primera vez en la Anunciación.
Esta fiesta de Nuestra Señora de los Dolores, era celebrada por los benedictinos en el siglo XI y el papa Pío X fijó la fecha permanente del 15 de septiembre; quedó oficialmente con el nombre de la Fiesta de los Siete Dolores de la Santísima Virgen María, ahora simplemente la conocemos como la Fiesta de Nuestra Señora de los Dolores.
La imagen clave aquí es nuestra Santísima Madre, de pie fielmente al pie de la cruz con su hijo moribundo y entre sus últimas palabras al ver a su madre allí con el discípulo a quien amaba, Jesús le dijo su madre: «Mujer ahí tienes a tu hijo», y a su vez le dijo al discípulo: «Ahí tienes a tu Madre».
Como dijo San Juan Pablo II, María es nuestra Madre espiritual, es la madre que comprende a sus hijos y los consuela en sus problemas. Estando Jesús en la cruz, ella recibió la misión específica de amarnos para salvarnos; al honrar a nuestra Madre Santísima como Nuestra Señora de los Dolores, la honramos como fiel discípula y ejemplo de fe.
Sigamos el ejemplo de María, unamos nuestro sufrimiento al de nuestro Señor Jesucristo afrontándolos con valentía, amor y confianza, porque al imitar a la madre del único salvador del mundo, estamos acercándonos a Dios y con Dios ¡siempre ganamos!