Luche con las piernas pesadas usando solamente agua - 800Noticias
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Redacción 800 Noticias

La sensación de piernas pesadas, cansadas o hinchadas es muy habitual para muchas personas, sobre todo mujeres, que la sufren en función del clima, de cuestiones hormonales, circulatorias, etc.

En este artículo te explicamos cómo puedes aliviar esta molestia de manera eficaz, sencilla y natural usando solamente agua.

Síntomas de las piernas pesadas

¿Cómo sé si sufro de piernas pesadas? Quienes padecen este malestar no tienen ninguna duda. No obstante, hay varios síntomas que tienen lugar en las piernas y nos ayudan a confirmar este trastorno:

Pesadez.

Hinchazón de muslos, rodillas, tobillos y pies.

Cansancio o fatiga muscular.

Dolor.

Adormecimiento.

Celulitis.

Causas de las piernas pesadas

El tratamiento que realicemos deberá tener siempre en cuenta la posible causa:

Insuficiencia venosa: dificultades en el retorno venoso en las piernas.

Estreñimiento: provoca también una insuficiencia venosa.

Sobrepeso: aumenta la presión del peso en las piernas.

Cambios hormonales: destacan los periodos de la menopausia y el embarazo, en los cuales hay también una mayor retención de líquidos.

Hipertensión arterial.

Temperaturas altas.

También hay que tener en cuenta otros factores que pueden influir, como las cuestiones genéticas, el estrés, la falta de ejercicio o el estar demasiadas horas en una misma postura o una mala alimentación.

Un tratamiento a base de agua

Los tratamientos terapéuticos que utilizan el agua a diferentes temperaturas y aplicada de diferentes maneras para tratar problemas de salud se conocen como hidroterapia. La hidroterapia es una ciencia muy antigua, ya que el agua siempre ha estado a nuestro alcance.

Además de que existen aguas termales y aguas marinas, ricas en minerales, también podemos utilizarla a temperatura fría, caliente o alterna para activar la circulación en determinadas partes del cuerpo que necesitan ese apoyo.

Para realizar este tratamiento necesitaremos usar la ducha durante 5 minutos al día. En épocas de mucha molestia podemos hacerlo dos veces al día.

¿Cómo lo hacemos?

Para hacer nuestro tratamiento seguiremos estos tres pasos:

Frotaciones

Para empezar necesitaremos un cepillo, un guante de crin o una toalla áspera para frotarnos las piernas de abajo hacia arriba, empezando por los tobillos y terminando en la cintura.

Con estas frotaciones conseguiremos activar la circulación y aumentar la temperatura en seco, lo cual nos permitirá lograr un contraste importante con el agua.

Agua a temperaturas alternas

A continuación, entraremos en la ducha, sujetaremos el mango y, con el agua lo más fría posible, empezaremos el siguientes recorrido:

Pie derecho.

Parte externa de la pierna derecha, en dirección ascendente, hasta la cintura.

Parte interna de la pierna derecha, en dirección descendente, hasta el pie.

Pie izquierdo.

Parte externa de la pierna izquierda, en dirección ascendente, hasta la cintura.

Parte interna de la pierna derecha, en dirección descendente, hasta la rodilla.

Llegados a este punto pasaremos un momento el chorro de agua fría a la rodilla derecha y regresaremos a la pierna izquierda para bajar hasta el pie.

A continuación, haremos el mismo recorrido pero con agua ligeramente caliente. Si no toleramos el agua caliente lo haremos con agua tibia.

Este método se realiza rápido, por lo cual lo repetiremos 10 veces alternando con las dos temperaturas.

Agua fría

Terminaremos siempre con agua muy fría, con la cual podemos ducharnos hasta la altura del cuello. En la cabeza no se recomienda usar nunca agua demasiado fría, aunque sí tibia.

Al salir de la ducha, para volver a crear contraste, podemos usar de nuevo la toalla áspera para repetir las frotaciones y aplicarnos una crema hidratante con un masaje.

Otros consejos

Para que este tratamiento con agua sea efectivo para las piernas pesadas, debemos también seguir poner en práctica algunas otras rutinas:

Regular la función del intestino si sufrimos estreñimiento, con ingredientes como las semillas de lino y chía, las ciruelas pasas y otros alimentos ricos en fibra. Además, procuraremos beber mucha agua fuera de las comidas.

Reducir el consumo de sal y de azúcar.

Controlar las raciones de comida y evitar comer demasiado.

Evitar estar sentado durante más de 45 minutos seguidos. Es preferible levantarnos unos minutos cada cierto rato.

Evitar estar de pie en la misma postura durante demasiado tiempo seguido.

Usar ropa y zapatos cómodos, que no nos aprieten ni dificulten la circulación de piernas y pies.

Por la noche, antes de acostarnos, descansaremos un rato con las piernas en alto.

Con información de Mejor con Salud

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