Lo más esperado | Faltan 7 días para la beatificación de José Gregorio Hernández - 800Noticias
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Con información de ACI Prensa / 800 Noticias

La espera terminó, devotos de José Gregorio Hernández celebran que solo faltan 7 días para su beatificación. La ceremonia del Venerable, conocido como el “médico de los pobres”, será el próximo viernes 30 de abril.

El acto comenzará a las 10 de la mañana y será presidido por el Secretario de Estado del Vaticano y ex Nuncio Apostólico en Venezuela, Cardenal Pietro Parolin, en el templo del colegio La Salle, La Colina, en Caracas.

“Por mi parte estoy muy contento de regresar a la querida Venezuela y espero que la beatificación sea un momento de gracia y resurrección para todos”, dijo el Cardenal Parolin en un mensaje enviado a los obispos venezolanos.

La Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) también anunció que la memoria litúrgica del nuevo beato será el 26 de octubre, día de su nacimiento. “Ya es tradición para los venezolanos celebrarlo ese día”, destacó.

Milagro atribuido a JGH

El milagro atribuido a la intercesión de José Gregorio Hernández que permitirá su beatificación, fue reconocido el 9 de enero del 2020 por la Comisión Médica de la Congregación para las Causas de los Santos. Se trató de la curación inexplicable de una niña llamada Yaxuri Solorzano.

Ella recibió un balazo de escopeta en la cabeza en marzo de 2017 cuando delincuentes intentaron robar la moto de su padre. El hecho ocurrió cerca de su vivienda en el caserío Mangas Coveras del estado venezolano Guárico.

Breve biografía de José Gregorio Hernández

José Gregorio Hernández nació el 26 de octubre de 1864 en el pequeño pueblo campesino de Isnotú, estado Trujillo (Venezuela). Su madre falleció cuando él tenía ocho años.

Estudió medicina en Caracas y tuvo tanto éxito que el presidente venezolano lo envió a estudiar microscopía, histología normal, patología y fisiología experimental en París.

Al volver fue profesor en la Universidad Central de Caracas. Después de llevar a su familia a la capital, quiso ser monje de clausura en Italia, para dedicarse solo a Dios.

En 1908 entró a la Cartuja de Farneta con el nombre de hermano Marcelo. Sin embargo, algunos meses después se enfermó y su superior le ordenó volver a Venezuela para recuperarse.

Llegó a Caracas en abril de 1909 y ese mismo mes recibe permiso para ingresar en el Seminario Santa Rosa de Lima, pero siguió anhelando la vida monástica. Volvió a Roma luego de tres años, hizo algunos cursos de Teología en el Colegio Pío Latinoamericano, pero una vez más enfermó y tuvo que volver a Venezuela.

Comprendió que Dios lo quería laico y ya no intentó volver a la vida religiosa. Decidió convertirse en un católico ejemplar siendo médico, sirviendo al Señor en los enfermos.

Dedicaba dos horas diarias para servir a los pobres.

Un día, mientras cruzaba la calle para comprar medicinas para una anciana muy pobre, fue atropellado y llevado a un hospital donde un sacerdote pudo impartirle la Unción de los Enfermos, antes de morir el 29 de junio de 1919.

Caracas se conmovió y muchos decían: «Ha muerto un santo». Fueron tantos los que asistieron a su velorio que las autoridades tuvieron que intervenir para organizar a la multitud que quería despedirse de él.

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