La taquicardia es una de las muchas consecuencias de la ansiedad
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La taquicardia por ansiedad es sinónimo de carencia en el manejo de las emociones como tiene que ser. Más que un problema, es un llamado de atención.
Esta condición se debe a que los estilos de vida de las personas es una «cantera inagotable de estrés». Las consecuencias, varían entre problemas físicos y psicológicos.
En principio, aunque no es un problema grave de salud, la ansiedad misma llegar a ser crónica y convertirse en factor de riesgo para patologías más complicadas.
Por lo general, la taquicardia por ansiedad dura tan solo unos minutos y luego desaparece. Pese a ello, lleva a pensar que se trata de un ataque al corazón o de una condición peligrosa; por ende, es importante aprender a reconocerla y manejarla cuando se presente.
La taquicardia, al ser un aumento de la frecuencia cardíaca, hace que el corazón lata más acelerado de lo normal. Puede atribuirse a inconvenientes cardíacos, hipertensión, diabetes, apnea del sueño, problemas de tiroides, entre otras.
Taquicardia y ansiedad
Cuando ambas se fusionan, pueden presentarse fuertes palpitaciones, sensación de carencia del aire, mareo, agotamiento -tanto físico como mental-, debilidad, dolores en el pecho y hasta desmayos.
La ansiedad, entra en escena como consecuencia del estado de nerviosismo que genera la propia taquicardia, del mismo modo que cierta inquietud o agitación.
Una persona con ansiedad crónica se siente no apta para separar los pensamientos, trayendo como consecuencia ser un factor de riesgo para otras patologías más complejas.
¿Cómo actuar ante la taquicardia por ansiedad?
Antes que nada, comprender que el aumento del ritmo cardíaco es producto de la ansiedad. Busca una posición de reposo, y respira lentamente por algunos minutos. Acto seguido, enfócate en alguna imagen agradable, un episodio amable o una persona que te haga sentir bien para evitar caer «en hueco».
A nivel alimenticio, agrega magnesio en la dieta, baja el nivel de cafeína, alcohol y tabaco. También, haz ejercicio. Es un gran aliados contra la ansiedad, además de protector cardiovascular.
