La dieta mediterránea asociada a un menor riesgo de preeclampsia - 800Noticias
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Un nuevo estudio que evalúa la dieta mediterránea y los resultados adversos del embarazo ha descubierto que las mujeres que concebían mientras seguían la dieta antiinflamatoria tenían un riesgo significativamente menor de desarrollar preeclampsia durante el embarazo.

El estudio de investigadores del Smidt Heart Institute, del Cedars-Sinai, en Estados Unidos, y publicado en la revista ‘JAMA Network Open’, también evaluó la relación entre la dieta mediterránea y otros resultados adversos del embarazo, como la diabetes y la hipertensión gestacionales, el parto prematuro, el nacimiento de un bebé pequeño para su edad gestacional y la muerte fetal.

«Este estudio poblacional multicéntrico confirma que un patrón alimentario más saludable se asocia a un menor riesgo de resultados adversos del embarazo, siendo el más interesante un riesgo un 28% menor de preeclampsia», afirma Natalie Bello, autora principal y correspondiente del estudio y directora de Investigación sobre Hipertensión en el Smidt Heart Institute.

«Es importante destacar que esta conexión entre la dieta mediterránea y un menor riesgo de resultados adversos del embarazo se observó en una población geográfica, racial y étnicamente diversa», añade.

Bello también señala que los investigadores descubrieron que la asociación era más fuerte en las mujeres que tradicionalmente se consideran de edad materna avanzada, las de 35 años o más.

La preeclampsia es un trastorno grave de la tensión arterial que se desarrolla durante el embarazo y somete a estrés al corazón de la madre. Si no se trata, puede provocar complicaciones graves, como el debilitamiento de la función renal y hepática y la disminución del riego sanguíneo al feto. Además de la preeclampsia, el riesgo de diabetes gestacional también disminuyó en las mujeres que siguieron más de cerca la dieta cardiosaludable.

Se pidió a las mujeres embarazadas de su primer hijo que rellenaran un cuestionario semicuantitativo sobre la frecuencia de los alimentos durante la primera visita del estudio, que tuvo lugar en el primer trimestre.

El cuestionario se centraba en los hábitos alimentarios de las mujeres durante los tres meses anteriores a su visita y pedía a las participantes que informaran sobre su ingesta de alimentos y bebidas comunes. A continuación, las respuestas se clasificaron en los nueve componentes de la dieta mediterránea (verduras, frutas, frutos secos, cereales integrales, legumbres, pescado, proporción de grasas monoinsaturadas y saturadas, carnes rojas y procesadas y alcohol) para calcular la puntuación de la dieta mediterránea.

Los datos fueron recopilados, analizados y estudiados por los investigadores y demostraron que de las 7.798 mujeres inscritas, el 10% tenían 35 años o más, el 11% eran negras no hispanas, el 17% hispanas y el 4% asiáticas.

El 20% de las inscritas padecían obesidad al inicio de su participación. Además, una puntuación alta en la dieta mediterránea se relacionó con un 21% menos de probabilidades de tener algún resultado adverso en el embarazo, así como con un 28% y un 37% menos de riesgo de padecer preeclampsia/eclampsia y diabetes gestacional.

«También analizamos los componentes individuales de la dieta mediterránea y descubrimos que una mayor ingesta de verduras, legumbres y pescado estaba relacionada con un menor riesgo asociado de sufrir un resultado adverso del embarazo», afirma Bello.

Christine Albert, jefa del Departamento de Cardiología, que no participó en el estudio, afirma que, en conjunto, estos hallazgos demuestran de forma única que la adopción de un patrón de dieta mediterránea puede representar un importante enfoque de estilo de vida para la prevención de resultados adversos del embarazo, particularmente en mujeres con edad materna avanzada.

Anteriormente, sólo tres estudios observacionales –cada uno con un número modesto de participantes– habían investigado la asociación de la adherencia a este patrón de dieta saludable en torno al momento de la concepción y el riesgo de desarrollar preeclampsia.

«Estos resultados se suman al creciente número de pruebas que demuestran que la dieta mediterránea puede desempeñar un papel importante en la preservación de la salud de las mujeres a lo largo de toda su vida, incluso durante el embarazo», afirma Albert.

Bello afirma que se necesitan estudios a largo plazo para evaluar si la promoción de una dieta de estilo mediterráneo en el momento de la concepción y durante todo el embarazo puede prevenir los resultados adversos del embarazo y reducir el riesgo cardiovascular futuro.

Con información de Infosalus. 

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