La apnea del sueño acelera el envejecimiento
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Un estudio realizado en la Universidad Federal de São Paulo (Unifesp), en Brasil, muestra que el acortamiento de los telómeros que se produce de forma natural con el envejecimiento y se acelera con la apnea obstructiva del sueño (AOS) puede mitigarse mediante el uso de presión positiva continua en las vías respiratorias (CPAP), un método de terapia respiratoria en el que se bombea aire a los pulmones a través de la nariz y la boca durante la respiración espontánea, según publican en la revista ‘Sleep’.
La AOS consiste en múltiples episodios de cierre parcial o completo de las vías respiratorias superiores que ocurren durante el sueño, provocando una interrupción de la respiración que dura más de diez segundos y a veces incluso varios minutos, seguida de despertares y respiraciones profundas. Los síntomas incluyen falta de concentración, fatiga y somnolencia diurna excesiva, todo lo cual disminuye la calidad de vida y puede ser incapacitante. Los pacientes no tratados corren el riesgo de padecer hipertensión, enfermedades cardiovasculares, insuficiencia cardiaca y diabetes, entre otros problemas de salud, así como problemas de memoria y concentración.
Los telómeros son estructuras formadas por secuencias de ADN y proteínas que se encuentran en los extremos de los cromosomas. Desempeñan un papel fundamental en el mantenimiento de la integridad del material genético en los núcleos celulares. Se acortan de forma natural a medida que las células se dividen para regenerar tejidos y órganos, y las células que envejecen dejan de dividirse cuando los telómeros se acortan demasiado. Por lo tanto, el acortamiento acelerado de los telómeros debido a la AOS puede provocar un envejecimiento celular prematuro.
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Los investigadores evaluaron durante seis meses a 46 pacientes varones de entre 50 y 60 años diagnosticados de AOS moderada o grave. Dividieron a estos voluntarios en dos grupos, tratando a uno con CPAP y al otro con placebo (una máquina de CPAP con una fuga oculta en el orificio de escape de la mascarilla para dispersar la presión terapéutica).
En visitas mensuales, comprobaron la adherencia a la CPAP, considerada compleja y a la que cuesta acostumbrarse. Tomaron muestras de sangre para medir la longitud de los telómeros al inicio del ensayo, tres meses después y al final de la intervención. También analizaron marcadores inflamatorios y de estrés oxidativo.
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