Hábitos te ayudarán a controlar el hambre emocional - 800Noticias
800Noticias
Salud y Belleza

800 Noticias

Si alguna vez, o recurrentemente, te pasa que sientes hambre incluso cuando ya deberías estar satisfecho, entonces es posible que estés sufriendo un trastorno alimentario muy común. Por eso hablaremos acerca de qué es el hambre emocional y cómo lo puedes controlar, a sabiendas de lo difícil que resulta lidiar con esta problemática que afecta, en última instancia, tu salud.

Como decíamos, el hambre emocional es un trastorno de conducta, definido por la “confusión” que padece la persona, que tiende a creer que tiene hambre cuando en realidad ha ingerido la cantidad de comida necesaria para que el cuerpo desarrolle la totalidad de sus funciones vitales básicas.

Es decir, en lugar de existir un apetito real, una necesidad del organismo de ingerir alimentos para obtener de ellos los nutrientes que éstos podrían aportarle, se suple una carencia emocional con comida. Y no hace falta ser un profesional para comprender lo peligroso que resulta esto.

Cuestión de emociones

Esta pésima gestión de las emociones negativas, que como decíamos puede darse ocasionalmente o transformarse en un estilo de vida con el paso del tiempo, suele presentarse cuando el paciente se encuentra transitando otros cuadros psicológicos, como los de estrés, ansiedad o depresión.

Este trastorno alimentario, que generalmente se da en personas con una baja autoestima, es seguido por un sentimiento de culpa o frustración, ya que el paciente es consciente de su debilidad, pero se ve imposibilitado, por sus propios medios, de modificar esa costumbre.

El hambre emocional suele provocar otros inconvenientes, como por ejemplo la obesidad o el sobrepeso, además de la bulimia y la anorexia, por lo que es sólo la puerta de entrada a una interminable serie de desequilibrios. De allí la importancia de tratarlo cuanto antes.

¿Cómo controlar el hambre emocional?

Lo primero que tienes que hacer, si detectas que tú o alguien cercano está teniendo episodios de hambre emocional, es acudir a un psicólogo y pedirle que, más allá de su propio tratamiento, te recomiende un nutricionista con el que trabajen en conjunto, para evaluar tu estado y la terapia.

En segunda instancia, dado que se trata de una acción impulsiva, similar a la de los adictos, resulta imperioso tener una alternativa a mano para descargarte cuando sientas ese deseo innecesario de alimentarte. Salir a correr, así sean un par de kilómetros, es un modo de esquivar la tentación.

Por último, a partir de esa sensación de urgencia que suele caracterizar estos antojos, es aconsejable que no almacenes en casa alimentos poco saludables, ya que en ellos se posa este irrefrenable capricho. Tener que salir a buscar esas opciones te hará ganar minutos y repensártelo.

Con información de OK Diario

Lea también

Síguenos por @800noticias