Frente a la nueva educación sexual en las escuelas, por María García de Fleury - 800Noticias
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María García de Fleury

Frente a la nueva educación sexual en las escuelas existen varias posturas. Lo que sí tenemos que tener en cuenta es que la educación sexual debe basarse en la ciencia y en la naturaleza y no en la ideología.

Vayamos al estudio genético y científico más riguroso, amplio y completo que existe a nivel mundial llamado proyecto del genoma humano que ha sido liderizado durante más de una década por el científico y doctor en biogenética Francis Collins. Este estudio señala que la ciencia y la naturaleza revelan y demuestran que el sexo de una persona es como su edad, se puede disfrazar por fuera pero no se puede cambiar.

El sexo de una persona es cromosómico y biológico, no mental ni ideológico. Un hombre no es mujer solo por creer o sentir que él es mujer, de la misma manera que una mujer no es hombre solo por creer o sentir que es hombre.

De acuerdo a los estudios científicos del genoma humano, las operaciones de cambio de sexo solo disfrazan a la persona, pero no cambian su sexo. ¿Por qué? Porque cada célula del cuerpo humano atestigua si la persona es hombre o mujer, no solamente tener pene o vagina.

La huella digital genética de una persona, sus cromosomas que definen su sexo, son XX en la mujer y XY en los hombres y esta huella digital genética que ninguna operación puede cambiar está presente en nosotros de manera natural desde antes de nuestro nacimiento y nos acompaña hasta cientos de años después de muerte.

Un examen postmortem de huesos o de pelos a un cadáver revela si en la vida fue un hombre o fue una mujer. Cualquier combinación de cromosomas diferente a XX mujer o XY hombre, dada su rareza y su muy extrema y bajísima ocurrencia, es considerada por la ciencia como un accidente que no altera la regla mayoritaria y general de tener cromosomas XX mujer o tener cromosomas XY hombre.

Un hombre operado para parecer mujer, pero solo por fuera en su apariencia externa seguirá siendo un hombre y seguirá teniendo la fuerza física de un hombre, No tendrá ni útero ni ovarios como las mujeres, sus pechos artificiales no le sirven para amamantar un bebé y su vientre de hombre nunca le permitirá albergar dentro de sí una nueva vida como comúnmente lo hacen de manera natural las mujeres. Todo esto debido a que sigue siendo hombre, es un hombre disfrazado de mujer pero un hombre.

La rigurosa investigación científica del genoma humano concluye que nadie nace homosexual porque no existe un gen homosexual. Los genes sólo predeterminan las características físicas y corporales de las personas, como el color de pelo, la piel, la estatura, los rasgos faciales. Pero los genes no influyen ni predeterminan los sentimientos, ni las conductas, ni las adicciones, ni las preferencias o atracciones sexuales.

Es nuestra mente la que gobierna o administra nuestros sentimientos y pasiones. Biológica, anatómica y genéticamente un homosexual tiene exactamente lo mismo que una persona heterosexual, ni más ni menos. Sentir que se es contrario de lo que es, como por ejemplo un hombre que se siente mujer o una mujer que se siente hombre, es un problema que está en la mente, no en la anatomía física de la persona.

Estos son los aspectos esenciales que se deben enseñar en las escuelas en material de sexualidad. Vivir la sexualidad dada por Dios a cada persona, como hombre o como mujer, es aprender a ser personas verdaderamente felices y desarrolladas, porque así lo decidió Dios y con Dios ¡siempre ganamos!

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