Estudio revela por qué a los mayores de 35 años les cuesta más bajar de peso
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La lucha contra los kilos de más es un desafío que muchos enfrentan, especialmente cuando se cumplen los 35 años. Un reciente estudio del Dr. Tomislav Majic ha expuesto las razones existentes detrás de esta dificultad, revelando factores biológicos y de estilo de vida que complican el proceso de pérdida de peso en esta etapa de la vida.
A medida que envejecemos, nuestro metabolismo tiende a ralentizarse. Esto se debe en parte a la disminución de la actividad hormonal, particularmente de hormonas como la testosterona, el estrógeno y la progesterona, que juegan un papel fundamental en la regulación del peso corporal. A partir de los 35 años, estas hormonas empiezan a disminuir, lo que afecta directamente la capacidad del cuerpo para quemar calorías de manera eficiente.
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La ralentización del metabolismo significa que, incluso si las personas mantienen la misma dieta y nivel de actividad física que tenían en su juventud, es probable que empiecen a ganar peso. Este fenómeno se agrava aún más por el sedentarismo que puede acompañar a la vida adulta, donde las responsabilidades laborales y familiares reducen las oportunidades de actividad física.
Otro factor importante a considerar es el estilo de vida. En la juventud, muchas personas son más activas, ya sea a través de deportes, caminatas o actividades recreativas. Sin embargo, al llegar a los 35 años, es común que las rutinas cambien, favoreciendo un estilo de vida más sedentario. Este sedentarismo no solo afecta la masa muscular, que tiende a disminuir con la edad, sino que también reduce la capacidad del cuerpo para quemar grasa.
La pérdida de masa muscular es un problema significativo porque el tejido muscular quema más calorías que el tejido graso, incluso en reposo. Por lo tanto, a medida que las personas pierden músculo y ganan grasa, su tasa metabólica basal (la cantidad de calorías que el cuerpo quema en reposo) disminuye, lo que hace que sea más difícil perder peso.
Consejos para perder peso de manera saludable
A pesar de estos desafíos, no todo está perdido. Con un enfoque adecuado, es posible perder peso de manera saludable y mantener un estilo de vida activo. Estas son algunas estrategias que pueden ayudar:
La alimentación consciente es esencial para una pérdida de peso efectiva. Aprender a leer las etiquetas de los productos puede ayudar a identificar opciones más saludables. Como regla general, intenta no comprar alimentos con más de cinco ingredientes en la etiqueta. Esto te ayudará a evitar los productos ultraprocesados, que a menudo contienen azúcares y conservantes innecesarios.
Modifica tus hábitos alimenticios
Considera reducir tu consumo de carne y optar por una dieta más basada en verduras. La dieta mediterránea, rica en frutas, verduras y legumbres, es perfecta para mantener un peso saludable. Incluir proteínas vegetales en lugar de carne puede ser una opción más ligera y beneficiosa para la salud.
Busca alternativas más saludables
Es natural tener antojos de alimentos menos saludables. Sin embargo, puedes hacer sustituciones inteligentes. En lugar de golosinas o pasteles, prueba opciones más saludables, como frutas o recetas de postres bajos en calorías. Existen muchas recetas en línea que te permiten disfrutar de dulces de forma más saludable.
Incrementa tu actividad física
Incorporar más movimiento a tu rutina diaria puede marcar una gran diferencia. Opta por caminar en lugar de usar el coche para distancias cortas, utiliza las escaleras en lugar del ascensor y busca oportunidades para moverte durante el día. Estos pequeños cambios pueden tener un gran impacto en tu salud y bienestar.
Controla el consumo de alcohol
El alcohol puede ser una fuente significativa de calorías vacías. Limitar su consumo no solo ayuda a controlar el peso, sino que también puede prevenir el aumento de la ansiedad y el deseo de alimentos poco saludables. Opta por alternativas sin alcohol o simplemente disfruta de una bebida en ocasiones especiales.
Come con atención
La forma en que comemos también influye en la pérdida de peso. Comer despacio permite que tu cuerpo registre la saciedad y evita que comas en exceso. Tómate el tiempo necesario para disfrutar de cada comida y escucha las señales de tu cuerpo.
Establece una rutina alimentaria
No esperes a tener hambre para comer. Establecer horarios de comidas regulares puede ayudarte a evitar atracones. Un enfoque proactivo te permitirá tomar decisiones más saludables y evitar la ansiedad que puede surgir de la restricción alimentaria.
Con información de La Razón
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