Estudio demuestra que entrenar un brazo sano puede ayudar al otro inmovilizado con un yeso
BBC
De acuerdo a investigadores de la Universidad de Saskatchewan, en Canadá, quienes publicaron los resultados de su estudio en la revista Applied Physiology, entrenar el brazo que está sano puede ayudar a que el otro, inmovilizado por el yeso, no se atrofie.
Cuando tenemos un miembro inmovilizado, al quedarse quietos, sus músculos se atrofian. Pierden fuerza y se encogen. Este proceso puede desencadenarse inmediatamente después de que nos lastimamos o a los pocos días.
Pero según los investigadores de Canadá, trabajar los músculos en el miembro opuesto, evita este proceso.
Para llegar a esta conclusión, los científicos llevaron a cabo un experimento con 16 participantes a los que dividieron en dos grupos.
Valiéndose de ultrasonido y una tomografía axial computarizada, midieron con exactitud el tamaño de dos grupos de músculos en la muñeca: los extensores y los flexores.
Asimismo, midieron la fuerza que cada uno tenía en la muñeca.
A todos les colocaron un yeso en la muñeca y antebrazo para que no lo pudieran mover.
Pero mientras que a un grupo se le pidió que continuara con su vida normal, sin hacer ningún tipo de ejercicio, el otro debió seguir una rutina de ejercicios específicamente diseñada para trabajar los dos grupos de músculos estudiados.
Al mes, les retiraron el yeso y compararon los resultados.
Mismo tamaño, misma fuerza
Aquellos que no ejercitaron, manifestaron los síntomas típicos de atrofia muscular: habían perdido un 20% de fuerza y un 3% de masa muscular.
En cambio, «el grupo que hizo ejercicios de entrenamiento para los flexores y extensores de la muñeca, preservaron completamente el tamaño y la fuerza de los flexores de la muñeca bajo el yeso, aunque no en los extensores», señaló Justin Andrushko, uno de los autores del estudio.
Esto significa, señala Jonathan Farthing, autor principal de la investigación, que el entrenamiento cruzado (como se llama a esta