Época dorada | Recuerdos de una Caracas del primer mundo
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En la década de 1920 la capital de Venezuela, Caracas se caracterizaba por ser una urbe en la que sus habitantes podían disfrutar sin reparos de una gastronomía del primer mundo y se daban el lujo de recorrer emblemáticos sitios donde se comía «igual que en París», relata un trabajo de Caracas Cuéntame más. Un buen recorrido por aquella Caracas que tantos gustos y placeres nos ofreció.
Entre aquellos lugares icónicos de la época destacaba, la cervecería Iberia, un lugar ideal para charlar, comer, picotear y refrescarse, ubicada en las esquinas de La Torre a Principal. Exactamente en la planta baja del edificio Washington, el cual fue tristemente demolido para un estacionamiento.
A la Iberia acudían los artistas y toreros más famosos de la época. Otro tanto ocurría en los alrededores de San Jacinto, donde los restaurantes «El Toro» y «El Faro» ofrecían variados y muy frescos platos.
En, 1925, una Caracas más moderna puso de moda las cervecerías. Lugares de buen nivel culinario, pero sobretodo destacados para compartir y brindar. Destacó así la «Cervecería Donzella», situada inicialmente en la Torre Principal, frente a la retreta y a la recordada La Iberia. Luego se mudó de Principal a Santa Capilla.
Fue en ese establecimiento donde nació la popular «Lisa» y la «media lisa» caraqueñas. Cerveza de Sifón servida en vasos lisos de vidrio, acompañadas por pasapalos.
Comíamos y vestíamos como en París
A la llegada de los años 50 y 60, la capital, entonces con mejores recursos provenientes del oro negro, tomó el sendero una movida culinaria, aunque incipiente, de alto vuelo. De esos años se recuerdan restaurantes como Mimos, Don Luis y las Quince Letras en el Litoral Central.
No obstante, fue en los años 70, ocupando Venezuela el primer lugar en ingresos per cápita en América Latina, cuando abren sus puertas una cincuentena de centros gastronómicos de alto nivel.
Destacaron las cocinas de Amadeo, La Belle Epoque, Héctor´s, Gazebo, Aventino, Gala, Patrick, Le Groupe, Lasserre, La Bastille, Bagatelle, The Chic Ambassador, Member´s, Primi, La Rotisserie, Visconti, Old Fashion, Le Chantilly, Vizio, Le Gourmet y Lasserre, entre otros que conocieron la opulencia, los buenos tiempos e incluso algunos los secretos de esos chefs europeos que vinieron a Venezuela.
Un ejemplo de alto relieve fue El Gazebo, de Erasmo Santiago, dueño de Yukery, quien asociado con el chef del mismísimo Maximes de París, Robert Provost y el experto en relaciones públicas Jacky Traverso, deslumbraron la avenida Río de Janeiro, de Las Mercedes. El lugar fue visitado por las máximas luminarias de aquella “bella Caracas”.
La época dorada de la gastronomía venezolana no obedeció a los ingresos que obtuvo el país en aquellos años, a la manera como se administraron esos recursos y, quizás lo más importante, que el capital humano fue el mejor del momento. Estándares de alta calidad. Una propuesta gastronómica variada y eminente. Todo esto acompañado de los mejores licores, vinos, champañas, whisky y cervezas del mundo.
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