Enfermedad de Buerger: Síntomas y tratamientos
Agencias
La enfermedad de Buerger es una patología poco frecuente que también recibe el nombre de tromboangeítis obliterante. Consiste en la inflamación de ciertos vasos sanguíneos, como las arterias y venas de mediano y pequeño calibre.
En la gran mayoría de los casos está asociada al tabaquismo. No se conoce muy bien cuál es su causa directa, pero se ha visto que es más frecuente en ciertas zonas geográficas. Por ejemplo, en países mediterráneos o del sudeste asiático.
El problema es que la enfermedad de Buerger puede tener consecuencias muy graves. Una de ellas es que sea necesario amputar un miembro. Por eso, en este artículo te explicamos todo lo que debes saber sobre ella y cómo evitarla.
¿Qué es la enfermedad de Buerger?
La enfermedad de Buerger es una patología que afecta a los vasos sanguíneos. También recibe el nombre de tromboangeítis obliterante. Esto se debe a que provoca la inflamación de los vasos sanguíneos, los que se obstruyen debido a la presencia de trombos.
Aunque es una enfermedad poco frecuente se ha visto que la mayoría de los casos se producen en países mediterráneos y asiáticos. Lo que ocurre es que, cuando los vasos sanguíneos se bloquean, los tejidos dejan de recibir sangre oxigenada.
Por eso, se acaban dañando y se produce necrosis. Las partes más afectadas suelen ser las manos y los pies. Sin embargo, a medida que avanza la enfermedad esto se puede extender a brazos y piernas. La muerte de los tejidos se asocia a un riesgo muy alto de amputación.
¿Cuáles son los síntomas?
Los síntomas que aparecen en la enfermedad de Buerger derivan de la afectación de los vasos sanguíneos. Al dañarse tanto venas como arterias de mediano y pequeño calibre, es usual que las primeras manifestaciones aparezcan en las extremidades.
Según explican los especialistas de la Clínica Mayo, uno de los síntomas es la claudicación. Consiste en un dolor en los pies, las manos, los brazos o las piernas que aparece cuando se utilizan durante un tiempo dichas extremidades. Suele desaparecer en reposo. Por ejemplo, es frecuente que se presente en los gemelos al caminar.
La falta de riego sanguíneo acaba provocando daño en la piel. Es posible que aparezcan úlceras o zonas necróticas. Incluso se pueden atrofiar las uñas.
Otra de las manifestaciones típicas es el fenómeno de Raynaud. Es una situación en la que los dedos de las manos o de los pies palidecen, debido a la interrupción de flujo sanguíneo tras ciertos desencadenantes. Puede ocurrir por frío o estrés. También al fumar.
Muchas personas sienten hormigueo o entumecimiento en las extremidades. Las venas más superficiales sufren episodios de inflamación, lo que se denomina tromboflebitis superficial.
Diagnóstico de la enfermedad de Buerger
Según afirma un estudio publicado en Medicina Integral, el diagnóstico de la enfermedad de Buerger es clínico. Cuando aparecen los síntomas mencionados en un paciente joven, fumador y sin otros factores de riesgo, es fundamental comenzar a sospechar.
También es importante descartar otras enfermedades autoinmunes o que exista alguna causa concreta de embolias. No obstante, existen una serie de pruebas que pueden ayudar a confirmar el diagnóstico. El análisis de sangre es básico. Con él se pueden descartar algunas patologías, como la esclerodermia o los trastornos de la coagulación.
La angiografía es otra de las pruebas que resulta de gran utilidad. Permite comprobar el estado de las venas y arterias que se sospeche que estén afectadas. La prueba de Allen es un testeo mediante el que se observa cómo es el flujo sanguíneo arterial de la mano.
Al no conocerse la causa exacta de la enfermedad de Buerger, tampoco se ha encontrado un tratamiento ideal para ella. Lo único que se sabe a ciencia cierta es que es fundamental dejar de fumar.
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