Diabetes, ansiedad y depresión causan bajo deseo sexual en mujeres
EFE
El trastorno de deseo sexual hipoactivo (TDSH) es un padecimiento común entre mujeres que presentan otras condiciones como diabetes, ansiedad o depresión, afirmó la terapeuta sexual Blanca Real Peña, quien asiste al octavo Encuentro de Neurociencias 2019 que concluye este sábado en Jalisco (oeste de México).
«Cuando (en terapia) lo buscas y le preguntas, sobre todo si la mujer está deprimida, ansiosa o con una dinámica de pareja de varios años, muchísimas reportan que no tienen deseo», aseguró la especialista del Instituto Jalisciense de Salud Mental.
El TDSH se caracteriza por la deficiencia o nula fantasía o deseo sexual en la que, incluso, la mujer no tiene un disfrute a nivel cognitivo o psicológico en el caso de que tenga un encuentro sexual, explicó la médica antes de su participación en el Encuentro.
Añadió que es común que a la mujer tampoco le interese la masturbación o el autoplacer y sienta angustia o preocupación por la falta de deseo hacia su pareja, además que muchas de ellas son señaladas como «frígidas».
Estados hormonales propios de la población femenina como menopausia, el embarazo y la lactancia pueden ser factores desencadenantes del TDSH.
En la población de mujeres con diabetes o depresión hasta 40 % pueden reportar alguna disfunción sexual, entre ellas este trastorno, aunque para muchas de ellas esto no representa un problema, pues creen que la relación afectiva es más importante, dijo la especialista certificada por la Asociación Psiquiátrica Mexicana.
También quienes tienen hipertensión, esclerosis múltiple y tabaquismo crónico disminuyen el grado de lubricación genital debido a la alteración de vasos sanguíneos, un síntoma de la falta de deseo.
Asegura que no hay una estadística confiable de la cantidad de personas que atraviesan por este trastorno, pues hasta hace poco la ciencia se había dedicado a investigar únicamente las disfunciones sexuales masculinas.
«La prevalencia de las disfunciones sexuales en las mujeres no está bien medida porque pareciera que no es tan importante. En las últimas dos décadas la investigación clínica aumentó acerca del deseo sexual de las mujeres porque apenas se les está dando atención», señaló.
Consideró que esto se debe al a una concepción machista de la sexualidad, «pues no es importante si ella siente placer o no, sino que deben darle placer a él».
El trastorno puede ser identificado cuando la mujer comienza a sentirse incómoda en la relación sexual, que sienta menor interés por el sexo o predisposición para los estímulos sexuales en comparación con lo que ella había sentido antes.
«Casi siempre el trastorno se encuentra relacionado con factores contextuales relacionados con la pareja; es decir el cómo llevan la relación, la intimidad y la comunicación con su pareja y el trato influyen en el deseo», señaló.
Otros factores tienen que ver con el estado psicoemocional de la mujer en relación a su autoestima, cómo se ven a sí mismas o si sufrieron una mastectomía, añadió.
Las mujeres con TDSH pueden dejar atrás esa disfunción mediante la educación sexual y no necesariamente con terapia de pareja o psicoterapia.
«Las disfunciones se corrigen con psicoeducación, cuando la mujer dice que no siente deseo se pueden recomendar lecturas, vídeos, juguetes sexuales o la autoexploración. La información es poder», puntualizó.
El octavo Encuentro de Neurociencias 2019 es organizado por la empresa farmacéutica Pfizer, para abordar temas de trastornos mentales y su relación con otras enfermedades y disciplinas.