Derechos Humanos, por María García de Fleury
Redacción 800 Noticias
Soy María García de Fleury
El 10 de diciembre se celebra el Día de los Derechos Humanos, coincidiendo con el aniversario de la declaración universal de los Derechos Humanos que se aprobó en 1948 y que señala en su primer artículo «Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos».
Este es el documento más traducido del mundo y está disponible en más de 500 idiomas. Por eso tiene un récord Guinness. Entre los Derechos Humanos se incluyen el derecho a la vida, a la supervivencia y al desarrollo, derecho a la libertad, derecho a no estar sometido ni a la esclavitud ni a torturas, derecho a la libertad de opinión, de expresión, a la libertad religiosa, derecho a la educación y al trabajo, derecho a vivir en familia, derecho a no ser discriminado, derecho a vivir en condiciones de bienestar y un sano desarrollo integral.
Entre todos los derechos, el derecho a la alimentación es un pilar fundamental del derecho a la vida, sin embargo, es posiblemente el derecho más violado a nivel mundial. Hoy siento de millones de niños, mujeres y hombres siguen sufriendo inseguridad alimentaria. Es imposible alcanzar el objetivo «hambre 0» sin un cambio radical y un compromiso radicalmente renovado de los gobiernos hacia políticas que promuevan y protejan el derecho a la vida, el derecho a la mujer, el derecho a la alimentación, el derecho a los campesinos, los derechos de los pueblos indígenas, de los y las trabajadoras y todos los derechos humanos de las personas más expuestas o afectadas por la inseguridad alimentaria y la mal nutrición.
Debemos convencernos de que la construcción de una sociedad prospera, justa y pacífica, pasa por la convivencia y el respeto a la diversidad. Históricamente se ha comprobado que el fundamentalismo, la violencia y la discriminación solo llevan al enfrentamiento y al fracaso. Soñemos que es posible sociedades sin violencia y sin miseria, donde la diversidad sea asumida como riqueza y todos nos tratemos como hermanos.
Soñemos con un mundo más humano y más justo, sin guerra, sin hambre, donde todos seamos ciudadanos del mundo bien afincados en nuestras propias raíces culturales y sociales. Amigos les hago un llamado no solo a soñar, sino diseñar un mundo donde todos quepamos con nuestras diferencias. Un sueño sin diseño, sin proyecto, es mera ilusión y el proyecto sin sueño no arrastra, no entusiasman, no tienen alas.
En este momento de la historia tenemos la oportunidad de darle gran paso hacia el cambio que está pidiendo a gritos nuestro planeta. Juntos podemos lograr un hogar más sostenible con mayores oportunidades para todos teniendo muy presente el llamamiento de las Naciones Unidas en relación a los Derechos Humanos, donde exista el compromiso de los distintos sectores de la vida pública y privada, organizaciones, gobiernos y la sociedad en general para contribuir a la pronta recuperación y a un mayor bienestar colectivo.
Los Derechos Humanos surgieron y se mantienen por el respeto a cada persona que es considerada por Dios como única, valiosa e irrepetible. Al defenderlo estamos en la misma línea de Dios y con Dios siempre ganamos.
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