Cuando la oración se queda corta, por María García de Fleury
María García de Fleury
Cuando uno está pasando por una prueba, es difícil encontrar las palabras para orar. Parece que las oraciones se quedan cortas o que no captan lo que estamos sintiendo en ese momento. Por eso, los Salmos son muy útiles, porque ofrecen oraciones estructuradas sobre diferentes temas y situaciones que todos afrontamos. Por ejemplo, el Salmo 91 es un Salmo de protección. Es una oración de confianza en la omnipotencia y el cuidado de Dios.
Es un Salmo de seguridad en un mundo peligroso. Muchos los rezan al final del rosario o antes de salir de su casa, al ir al trabajo, y también para pedirle al Señor que los ayude a enfrentarse a situaciones peligrosas o a los problemas que llegan a presentarse en sus vidas.
Este Salmo 91 es un Salmo de confianza en el cuidado y las promesas de Dios. Tanto el Papa Juan Pablo II como Benedicto XVI hablaban de él como una promesa de protección contra los enemigos y contra cualquier daño físico, como una invitación a darle espacio a Dios en nuestra vida. Y un Salmo sobre sentirse seguro en el cuidado de Dios por nosotros, pase lo que pase.
Es una oración importante para tener en nuestra caja de herramientas de oraciones, especialmente durante los momentos difíciles de la vida, de modo de poder experimentar la presencia de Dios más plenamente en nuestra vida.
Comprendemos mejor los Salmos, y en especial el Salmo 91, cuando entendemos que fueron escritos por personas reales que estaban pasando por pruebas reales.
Este Salmo es único porque fue escrito por uno de los Reyes de Israel, y también se convierte en una oración de agradecimiento por la presencia y cuidado de Dios. Hay tres puntos clave. El amor de Dios. El Salmo 91 empieza con la palabra, El Señor te protegerá de todo mal. Es un versículo que recuerda que Dios es amor. No solo quiere protegernos, sino que quiere amarnos y tener una relación con nosotros.
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Otro punto es las promesas de Dios. Allí hay una lista de promesas. Son las cosas que Dios dice que hará por nosotros. Son declaraciones que son bien audaces sobre la omnipotencia de Dios y su deseo de cuidar a toda persona que lo invoque. Y el tercer punto clave del Salmo 91 es el mandato de Dios. Es una orden. Es una llamada a la acción por nuestra parte. Dios invita a confiar en Él, a invocarlo en tiempos de necesidad. También invita a reconocer el amor y las promesas de Dios agradeciéndole su bondad.
El Salmo transmite la confianza que funciona como cimiento para las creencias y señala que no importa la gravedad de las situaciones, porque Dios siempre estará del lado de los creyentes, brindando ayuda, protección.
El Salmo 91 presenta a Dios como el refugio ante cualquier situación por la que las personas puedan confiar plenamente en su presencia para el cuidado de sus vidas, ya sean enfermedades, problemas en el trabajo, preocupaciones económicas o cualquier otra molestia.
El Salmo indica que el poder de Dios puede hacerle frente a la circunstancia, porque Dios es un compañero fiel por lo que estará presente en todo momento, en situaciones complicadas y en situaciones alegres.
En medio de tus problemas y dificultades, aférrate. Depende completamente de Dios buscando su dirección en oración, para saber cómo actuar en obediencia, confiando siempre en su poder, porque sabemos que con Dios ¡siempre ganamos!
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