Consecomercio pide que incluyan a supermercados privados en la distribución de alimentos importados
Nota de Prensa.- Los alimentos que está importando el Gobierno para tratar de satisfacer la demanda de los consumidores venezolanos, tienen que llegar al seno de cada uno de los hogares de esos ciudadanos, y para ello es necesario que se integren la redes comerciales oficiales y el comercio formal privado, para lograr una respuesta positiva de parte de las distintas familias.
Para el Consejo Nacional del Comercio y los Servicios (Consecomercio), el Gobierno carece de una logística eficiente para que eso suceda, y es por eso por lo que, de alguna manera, se deben integrar esfuerzos en este sentido.
Hay que evitar que ningún consumidor se quede sin poder adquirir tales productos, indistintamente de que los bienes importados sean pocos y que sólo alcancen para pocos días, considera el gremio sectorial.
Desde luego, esa misma alianza tiene que extenderse hacia otras áreas el sector privado de la producción, porque importando un poco todos los días jamás se va a convertir en la garantía para el consumidor de no tener que hacer colas y vivir a merced de las distorsiones que provocan los controles de precios y de cambio, cuya peor calamidad colectiva se refleja en el comportamiento anárquico de los precios.
A juicio de Consecomercio, las familias venezolanas tienen derecho a disfrutar de las ventajas que representa la posibilidad de comprar variedades y abundancia de alimentos producidos en el país, como sucedió en alguna oportunidad no muy lejana. Es la verdadera garantía de la seguridad alimentaria.
La importación de alimentos a cargo del Gobierno, generalmente, termina colocándose en mercados a cielo abierto y en zonas urbanas. Y, desde luego, excluye a los consumidores que habitan en las zonas rurales, en las barriadas populares y en lugares carecen de servicio eficiente de transporte. Es por eso por lo que Consecomercio se permite abogar, respetuosamente, por la incorporación del comercio formal privado en el proceso de distribución.
Desde luego, tal participación comercial privada debería ser lo normal. De la misma manera que la satisfacción de la demanda, a partir de una producción primaria e industrial venezolana al nivel del crecimiento vegetativo de la población, como de la obligación de garantizar una alimentación de calidad a niños, jóvenes, adultos y ancianos.