Cómo quemar más grasa durante la menopausia
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El estrógeno favorece que el organismo utilice la grasa –en concreto, la grasa marrón o parda– como fuente de energía. Durante la menopausia, los niveles de estrógeno descienden constantemente. Por lo tanto, parece lógico que se pueda producir un aumento de la acumulación de grasa.
Sin embargo, el aumento de peso no es inevitable. Un estudio finlandés de la Universidad de Jyväskylä (Finlandia) ha demostrado que el nivel de estrógeno de una mujer no es determinante para su capacidad para quemar grasa. Entonces, ¿qué es importante para aumentar la quema de grasa durante la menopausia?
Cómo aumentar la quema de grasa
Como en cualquier otra fase de la vida, hay dos requisitos previos que deben cumplirse durante la menopausia para que la quema de grasa funcione: alimentación adecuada y ejercicio físico. Ambos son más importantes que los niveles de estrógeno en relación con la acumulación de la grasa, como mostró el estudio finlandés.
El estudio involucró a 42 mujeres, 26 tenían niveles bajos de estrógeno porque estaban pasando por la menopausia, las 16 restantes tenían niveles de estrógeno significativamente más altos: 9 porque estaban con terapia hormonal sustitutiva y 7 porque eran más jóvenes, es decir, aún no habían llegado a la menopausia.
El estudio finlandés utilizó una prueba de bicicleta para verificar la cantidad de grasa utilizada para generar energía. Los niveles más altos de quema de grasa fueron logrados por mujeres con el más alto nivel de condición física, independientemente de si estaban en la menopausia o no,y de si estaban tomando estrógenos o no.
La dieta sí ayuda a quemar grasa
En cuanto a la nutrición, no solo es importante no cometer excesos con las calorías, también lo es elegir los alimentos correctos.
En un estudio publicado en la revista Nutrients, que fue llevado a cabo con participantes con sobrepeso durante dos meses, la dieta mediterránea ha demostrado su eficacia para reducir y favorecer el control del peso. Según la investigación, los niveles bajos de hormonas femeninas no representaron ningún problema.
La dieta presentaba un déficit energético de 500 kcaly consistía en cereales, frutos secos (20 g diarios), aceite de oliva (25-35 g diarios), verduras, patatas, legumbres, fruta, pescado, vino tinto, poca carne y pocos lácteos.
Al final del estudio, los participantes habían reducido su peso hasta en 1,3 puntos de IMC y habían perdido un promedio de 2,3 kg de masa grasa. Lo más interesante es que las mujeres que pasaban por la menopausia perdieron peso tan bien como las otras mujeres que aún no habían pasado por la menopausia.
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