Benzema regresa al templo del fútbol francés - 800Noticias
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EFE

Chaleco naranja, botas rosas y acompañado por su amigo Raphaël Varane. Así se presentó Karim Benzema en su primer entrenamiento en abierto con la selección de Francia cinco años y siete meses después del último.

El hombre que más atención atrae en el inicio de esta concentración de Clairefontaine realizó ese jueves una sesión de preparación con sus compañeros convocados para la Eurocopa de junio y julio, entre ellos Antoine Griezmann o Kylian Mbappé.

Desde inicios de octubre de 2015 el 9 del Real Madrid no pernoctaba en las instalaciones de Clairefontaine, considerado el templo del fútbol francés, situado en una apacible y bucólica zona boscosa a unos 40 kilómetros al sudoeste de París.

Mucho ha llovido desde ese momento fatídico para Benzema. El delantero fue entonces apartado por el seleccionador, Didier Deschamps, por estar supuestamente implicado en un intento de chantaje, con un vídeo de contenido sexual, a su compañero de selección Mathieu Valbuena.

Pasaron más de 2.000 días desde entonces. Benzema, que ha jugado 81 partidos internacionales y anotado 27 goles, se perdió la Eurocopa de 2016, en la que les bleus fueron subcampeones, y tampoco estuvo en Moscú, donde los franceses levantaron la Copa del Mundo en julio de 2018. Todavía no ha ganado un gran título con «les bleus».

Mientras, el delantero merengue de origen argelino hacía sus deberes con el Real Madrid, con el trío consecutivo de Ligas de Campeones (2016, 2017 y 2018).

Después de muchos rifirrafes y de declaraciones polémicas, Deschamps, quien llegó a ser acusado por Benzema «de ceder» a los intereses de una parte racista de Francia, le volvió a abrir las puertas de Clairefontaine.

Su deseo es apuntalar aún más uno de los mejores ataques del planeta, con Mbappé y Griezmann como estandartes. Francia está además en uno de los grupos más complicados de la Euro, con Portugal, Alemania y Hungría.

«NO VENGO A HACER SOMBRA A NADIE»

Benzema asegura haber madurado. La fama de pendenciero que le atribuyen sus críticos es cosa del pasado. Ha madurado, como constató Deschamps en sus primeras declaraciones al convocarlo. También, a sus 33 años, se cuida más físicamente.

«Estoy más fuerte, salto más de cabeza. Soy un verdadero profesional y he hecho lo necesario para seguir el mayor tiempo posible», dijo la entrevista que publicó «L’Equipe» esta semana.

En la selección, que juega su primer amistoso de preparación el 2 de junio ante Gales, ya no portará el número 10, que pasó a Kylian Mbappé. Será el 19 su dorsal, el mismo que llevaba en sus orígenes en el Olympique de Lyon.

«Yo no vengo a la selección francesa para hacer sombra a uno u otro, para quitar el puesto. No, no. Ellos ya han ganado. Saben lo que es. Vengo solo a aportar lo que sé hacer», asume con modestia el delantero del club madrileño, quien aseguró haber solucionado sus problemas con su compañero Olivier Giroud, al que menospreció en las redes sociales.

Deschamps, cansado de responder a tantas preguntas sobre el futbolista del Real Madrid, ha insistido en que lo tratará como a uno más, no quiere hacer distingos. «Tendrá su lugar, como el resto de jugadores».

Uno de los íntimos de Benzema en la selección, Varane (compañero suyo en el Real Madrid), dio este jueves algunos detalles de los primeros momentos en la concentración.

«Se entiende muy bien con muchos jugadores, hay un buen ambiente, todo es positivo», reforzó Varane, en rueda de prensa.

¿Qué aportará futbolísticamente a la selección doble campeona del mundo? «Hace jugar a los otros, con sus movimientos crea espacios gracias a su calidad técnica (…) Es un jugador sobre todo de equipo, esa es su mayor fuerza», cerró el espigado central madridista.

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