Swiatek reaparece en la función final para reclamar el número 1 de Sabalenka
EFE- foto referencial
En la función que cierra la temporada del teatro del tenis femenino, las finales ATP de Riad, reaparecerá en escena la mejor jugadora de las últimas campañas, la polaca Iga Swiatek, cuyas opciones de acabar el año como número uno pasan ahora por ganar todos sus partidos, incluida la final, si no quiere depender de la temible raqueta de la bielorrusa Aryna Sabalenka.
La ausencia de las pistas de Swiatek desde el pasado Abierto de Estados Unidos, dedicada a recomponer un equipo técnico que ahora dirige el belga Wim Fissette, ha permitido hacerse con el liderato del ránking a Sabalenka y ambas son las únicas que tienen opciones de acabar 2024 en lo alto de la tabla, según su desempeño en Riad.
Las acompañarán, no en busca del número uno pero sí del título de maestra de maestras y de parte de la suculenta bolsa de 15,2 millones de dólares, seis jugadoras que tienen balances en general muy desfavorables ante las dos favoritas.
En el grupo que lidera Sabalenka jugarán también la italiana Jasmine Paolini (4 WTA), la kazaja Elena Rybakina (5) y la china Zheng Qinwen (7); y en el que encabeza Iga Swiatek lo harán las estadounidenses Coco Gauff (3) y Jessica Pegula (6) y la checa Barbora Krejcikova (8).
La novena protagonista de las finales será la propia sede de Riad, polémica por haberse llevado la organización, talonario en mano (un aumento de seis millones de dólares en premios respecto al año pasado en Cancún), a un país que ignora los derechos de las mujeres. La directora del torneo, la española Garbiñe Muguruza, se ha mostrado tranquila sobre el resultado final y convencida de que será positivo para la promoción del tenis femenino.
Para asegurarse el número uno Sabalenka no necesita ganar el torneo, pero Swiatek sí. A la bielorrusa le basta con imponerse en sus tres partidos de la fase de grupos, o al menos en uno y pasar a la final.
La polaca, en cambio, tiene que ganar el título. Pero si por el camino pierde un partido de la primera fase, dos victorias de Sabalenka favorecerían la coronación de esta. Y si Swiatek pierde dos partidos de la liguilla, una sola victoria de su rival le aseguraría el número uno.
Sabalenka ganó este año los Abiertos de Australia y de Estados Unidos y Swiatek se hizo en Roland Garros. Suman respectivamente cuatro y cinco títulos en lo que va de curso, con tres cara a cara que favorecieron en dos ocasiones a la de Varsovia, incluida la inolvidable final de Madrid.
Si es un misterio el estado de forma en el que Swiatek regresará a las pistas, más lo es el de la kazaja Ribakina, con una primera parte de la temporada sobresaliente (3 títulos) pero con solo tres partidos jugados y uno ganado desde Wimbledon.
Coco Gauff, con dos títulos este año, puede ser el factor decisivo en sus partidos ante las favoritas, sobre todo si llega a jugar con Sabalenka, ante la que tiene un balance equilibrado de 4-4.
La italiana Paolini llega a Riad en el mejor momento de su carrera, aupada por primera vez al número cuatro. Tras alcanzar la final de Wimbledon, ha conquistado cierta regularidad que le permiten asistir a las finales como algo más que una tapada. Es la única de las finalistas individuales que también jugará el torneo de dobles, con lo que ello puede implicar de desgaste.
Aquella final sobre la hierba londinense fue para Krejcikova, que ganó allí su único título del año de forma completamente inesperada. Sin resultados destacados en las últimas semanas, sería igualmente sorprendente que terminase en uno de los dos primeros lugares de su grupo y accediese a semifinales en Riad.
Otra de las que llega en buen momento es Zheng, que empezó el año siendo finalista en Australia, a mitad de curso se proclamó campeona olímpica y viene de hacer una excelente gira asiática. La semana pasada ganó el torneo de Tokio y la anterior cayó ante Sabalenka en tres sets en la final de Wuhan.
Completa el grupo la finalista del año pasado, Jessica Pegula, poco activa desde la final de Estados Unidos que perdió ante la bielorrusa.
Un dato llamativo es que en estas finales podría repetirse cada uno de los enfrentamientos de las finales Grand Slam del año.
La recompensa económica para estas jugadoras es astronómica. Equivalente a la que se repartirá en las finales ATP, pero repartida de distinta forma, por lo que una ganadora que no haya perdido ni un partido en la fase previa saldrá de Riad con 5,15 millones de dólares, frente a los 4,88 del mismo supuesto en el caso de los hombres. El fijo de partida es de 335.000, la victoria en la primera fase se paga a 350.000, en semifinales a 1,27 millones y en la final a 2,5.
Las doblistas juegan por un trono vacante
La corona de dobles está vacante, puesto que las campeonas del año pasado, Laura Siegemund y Vera Zvonareva, no se clasificaron.
Un grupo lo formarán Lyudmyla Kichenok (UCR)/Jelena Ostapenko (LET) (1), Hsieh Su-wei (TWA)/Elise Mertens (BEL) (3), Nicole Melichar-Martinez (USA)/Ellen Perez (AUS) (6) y Katerina Siniakova (RCH)/Taylor Townsend(USA) (8). Y el otro Gabriela Dabrowski (CAN)/Erin Routliffe (NZL) (2), Sara Errani (ITA)/Jasmine Paolini (ITA) (4), Caroline Dolehide (USA)/Desirae Krawczyk (USA) (5) y Chan Hao-ching (TWA)/Veronika Kudermetova (RUS) (7).
Errani y Paolino son las campeonas olímpicas. Su-wei y Mertens ganaron este año el Abierto de Australia, Siniakova y Townsend se llevaron Wimbledon y Kichenok y Ostapenko el Abierto de Estados Unidos. Roland Garros fue también para Siniakova, pero con otra pareja, Coco Gauff.
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