Ansiedad nocturna: causas y claves para superarla
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En la noche somos más propensos a ser invadidos por pensamientos negativos, lo que suele provocar manifestaciones ansiosas en las personas. Si se prolongan en el tiempo, pueden afectar de forma negativa el bienestar.
La ansiedad nocturna consiste en la sensación de tensión e inquietud durante la noche, en específico antes de dormir. Se produce por la anticipación de una amenaza o un peligro, la que suele presentarse gracias a la invasión de pensamientos negativos en este momento del día.
Esta respuesta comprende una serie de síntomas fisiológicos y cognitivos desagradables, los que tienen una finalidad adaptativa. Pero si se intensifican o se prolongan en el tiempo, pueden provocar serios problemas en la salud física y mental de la persona.
¿Qué es la ansiedad nocturna?
La ansiedad nocturna es un estado emocional displacentero de tensión, agitación e inquietud. Se presenta al anticipar un posible peligro o amenaza y se manifiesta a través de una serie de reacciones fisiológicas, cognitivas y conductuales. En este caso particular, sucede en el horario nocturno.
De esta manera, la ansiedad tiene un función adaptativa y de supervivencia. Pues se trata de un mecanismo de defensa para hacer frente a las amenazas de la vida. Sin embargo, existen ocasiones en que no facilita una mejor adaptación, sino todo lo contrario.
En estos casos, la reacción surge como respuesta a falsas alarmas, es decir, ante posibles amenazas que no lo son o cuando se tiende a sobrevalorar el peligro. Así, frente a una ansiedad que aparece de noche en forma desproporcionada para la situación o se prolonga en el tiempo, hablamos de respuesta patológica.
La ansiedad patológica bloquea las respuestas adecuadas para afrontar la vida diaria, genera malestares somáticos, empeora el rendimiento de la persona y, por lo general, requiere de asistencia profesional para solventar el problema. Lo cotidiano, más allá de su presentación nocturna en este caso, se ve afectado por las dificultades para conciliar el sueño.
Síntomas de la ansiedad nocturna
La ansiedad nocturna se caracteriza por la manifestación de una serie de síntomas somáticos y cognitivos por las noches, justo antes de dormir. No todos experimentan lo mismo ni en la misma intensidad, pues depende mucho de la constitución de la persona.
Entre los signos más comunes se encuentran los siguientes:
- Elevación de la frecuencia cardíaca: hay palpitaciones o sacudidas del corazón que se acompañan de sensación de ahogo y opresión en la zona torácica.
- Sudoración: profusa, fría, sin relación con la temperatura del ambiente.
- Molestias abdominales: a veces con náuseas y vómitos.
- Desrealización: es un sentimiento de irrealidad o despersonalización con la sensación de estar separado de uno mismo.
- Miedos extremos: a perder el control o a morir.
Causas de la ansiedad nocturna
La ansiedad por las noches se puede deber a múltiples causas, las que difieren entre las personas que la padecen. Un paso importante para aliviarla es identificar la problemática que subyace a estas manifestaciones e intentar solventarlas. Los motivos más comunes son los siguientes:
- Estresores de la vida cotidiana: problemas interpersonales, laborares o económicos son factores que detonan las crisis ansiosas. Además, es común que estas situaciones invadan la mente de la persona en forma de pensamientos negativos, justo antes de dormir, imposibilitando el descanso.
- Acontecimientos traumáticos: la vivencia de experiencias catastróficas, tales como los desastres naturales, las violaciones y las torturas o los secuestros, entre otros, provocan daños severos en la estructuración mental, lo que se asocia a síntomas graves de ansiedad. En las noches, al acostarse, es común que la persona reviva dichos eventos traumáticos.
- Factores biológicos: la genética juega un papel importante en la aparición de manifestaciones ansiosas. Pues hay personas que se encuentran más predispuestas que otras, en especial por la herencia.
- Pensamientos distorsionados: la ansiedad se presenta como una sobrevaloración de las amenazas y una infravaloración de los potenciales personales. La persona puede dejarse llevar por estos pensamientos al momento de dormir, lo que provoca la activación de respuestas ansiosas.
Claves para superar la ansiedad nocturna
Si las manifestaciones ansiosas durante la noche son intensas y ocurren la mayor parte del tiempo, lo más recomendable es que la persona reciba asistencia profesional. Pues puede tratarse de un trastorno de ansiedad severo, cuyo tratamiento más efectivo es la psicoterapia y, en algunos casos, la medicación. Por su parte, la persona con ansiedad nocturna puede llevar a cabo una serie de actividades que ayuden a calmarla.
Actividades para combatir el estrés
Realizar alguna actividad física ayuda al cuerpo a liberar tensiones y, por ende, a sentirse más relajado. Si se ejecuta dos horas antes de dormir hará que la persona se sienta cansada, por lo que le será más fácil adquirir el sueño sin problema.
Por otro lado, la meditación y el yoga son opciones que enseñan a enfocarse en el aquí y el ahora. Además, se realizan estiramientos corporales que liberan tensión.
Las técnicas de relajación muscular y los ejercicios de respiración profunda son otra alternativa. Así se evita la tensión en el cuerpo y la hiperventilación, manifestaciones propias de las crisis ansiosas.
Rutinas
Establecer un horario para dormir, o sea, acostarse a la misma hora, condicionará al cuerpo a prepararse para ese momento. Esto debe ir de la mano con la evitación del uso del dormitorio para realizar trabajos o estudiar, lo que contribuye de forma negativa al establecimiento de asociaciones de actividades estresantes con la habitación.
Del mismo modo, deberían evitarse sustancias estimulantes como el alcohol y la cafeína por las noches. Las mismas propician los estados de ansiedad por su acción sobre el sistema nervioso.
Antes de dormir, evitar los pensamientos negativos
En las noches, justo antes de dormir, somos más susceptibles de ser invadidos por pensamientos negativos. Pues es uno de los momentos del día en el que nos encontramos con la mente más desocupada. De esta manera, es común sentirnos ansiosos.
No obstante, si las manifestaciones ansiosas aumentan en cantidad e intensidad, los efectos pueden ser perjudiciales para la salud en general. De esta manera, es importante reconocer la existencia de un problema y buscar las herramientas necesarias y adecuadas para solventar la situación.
