Aceite de monoi: ¿para qué se usa?
Redacción 800 Noticias
El aceite de monoi se obtiene a partir de macerar los pétalos de la flor de Tahití en aceite de coco puro. Dado que tanto la planta como el aceite son oriundos de la Polinesia Francesa, no es de extrañar que sus habitantes lo hayan usado durante siglos.
Aunque solía emplearse para ungir a los recién nacidos y purificar objetos, en la actualidad es apreciado por su fragancia suave y sus posibles beneficios vinculados al cuidado de la piel. Te mostramos todo lo que debes saber sobre el aceite de monoi.
¿Cómo usar el aceite de monoi?
Aunque el aceite de monoi se puede aplicar directamente en la piel y el cabello, se recomienda utilizar productos que lo incluyan entre sus ingredientes, como champús, acondicionadores, humectantes, baños de aceite y aceites para masajes.
En la mayoría de los casos solo debes seguir las instrucciones del producto. Sin embargo, al utilizarlo como humectante corporal considera el mismo procedimiento, como si fuese aceite de coco, y masajea la piel a diario. Además, ten en cuenta que si bien puedes usarlo solo, también puedes agregarlo a tu humectante favorito.
Por otro lado, si no cuentas con un champú con aceite de monoi, pero sí con el aceite separado, lo puedes aplicar en el cabello como tratamiento previo. Esto no solo suaviza el pelo, sino que lo desenreda. Podrías añadir algunas cucharadas al acondicionador para aumentar el brillo y la hidratación.
El aceite de monoi admite un uso similar al de coco para el cuidado y la hidratación del cabello.
Posibles beneficios del aceite de monoi
Dado que el aceite de monoi se obtiene remojando los pétalos de la flor de Tahití en aceite de coco, cuenta con muchos de los beneficios de su aceite portador o base. Algunos de ellos son los siguientes.
Previene la aparición y reduce los síntomas de trastornos cutáneos
El aceite de coco es conocido por ser una fuente de ácidos grasos. Estos, gracias a sus propiedades antimicrobianas, protegen la piel de hongos y bacterias causantes de infecciones, como el acné, la celulitis y la foliculitis.
Del mismo modo, funciona como un antiinflamatorio, por lo que puede reducir los síntomas de trastornos como el eccema y la dermatitis de contacto. El aceite de coco también es capaz de recuperar y mantener la humedad de la piel, lo que evita la resequedad.
Puede nutrir el cabello y el cuero cabelludo
Un estudio que comparó el aceite de coco con el aceite de girasol y aceites minerales arrojó que el primero puede reducir de manera significativa la pérdida de proteínas en el cabello sano y dañado, al utilizarse como un producto para cuidar el pelo antes y después del lavado.
Esto se debe a que el aceite de coco tiene más afinidad por las proteínas del cabello, así como la capacidad de introducirse en el folículo piloso. Por esta razón se cree que podría ayudar al crecimiento fuerte y brilloso del pelo, a reducir las puntas abiertas y el frizz.
Precauciones y cuidado
En general, el aceite de monoi se considera seguro de usar y su diferencia más notable con el de coco radica en su delicada fragancia. Ahora bien, dado que la investigación es limitada, se debe ser cuidadoso.
Por ello, se recomienda que antes de insertarlo a tu rutina de cuidado de la piel o el cabello realices la prueba del parche. Del mismo modo, si tienes una piel sensible o eres alérgico al coco, es necesario que consultes con un especialista antes de aplicarlo.
El uso en el cabello del aceite de monoi pretende conseguir más brillo, junto con una reducción de las puntas abiertas.
Aceite de monoi: un aliado en el cuidado de la piel y el cabello
Macerar los pétalos de las flores de Tahití en aceite de coco puro tiene como resultado el aceite de monoi. Tanto las flores como el extracto se caracterizan por ser nativos de la Polinesia Francesa, razón por la que sus nativos los han usado durante siglos con diversos propósitos.
Hoy en día es valorado por sus beneficios potenciales en el cuidado del cabello y la piel. Se cree que puede evitar la aparición de infecciones cutáneas como el acné, así como la hinchazón provocada por el eccema.
En cuanto al cabello, es capaz de nutrirlo de modo que crezca más fuerte, brilloso, sin puntas abiertas ni frizz. Ahora bien, dada la escasez de evidencia científica, se debe ser precavido con su uso y, por ende, consultarlo con un especialista.
Con información de Mejor con Salud
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