Un nuevo tipo de garrapata, peligrosa e invasiva, se expande en los EEUU - 800Noticias
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Con información de Infobae

Por primera vez en 50 años, una nueva especie de garrapata se identificó en los Estados Unidos. De origen asiático, ha aparecido hasta el momento en siete estados, entre ellos Nueva Jersey, donde numerosas ciudades muy pobladas funcionan como suburbios de la ciudad de Nueva York. El problema es que en Asia esta especie, Haemaphysalis longicornis, garrapata de cuernos largos, es portadora de un virus que causa la muerte al 15% de los infectados.

El parásito arácnido se multiplica en la costa este, para preocupación de las autoridades de salud pública. Porque si bien ya las garrapatas domésticas son una amenaza creciente, y transmiten un docena de patógenos, hasta ahora en el país no se había identificado una Haemaphysalis longicornis.
Las que se vieron son una amenaza —por ahora— sólo para el ganado. Se multiplican rápidamente y pueden sacarle tanta sangre a un animal pequeño que llegan a matarlo. Las garrapatas se inflan tanto al engordar que sus patitas apenas las sostienen, describió The New York Times. «Luego del festín de sangre, las hembras pueden poner cientos de huevos fértiles sin aparearse», explicó el artículo.
La primera apareció en una localidad del oeste de Nueva Jersey el año pasado; este verano boreal ya se las vio en parques públicos y una cancha de golf en los condados de Bergen, Union y Middlesex de ese estado, y también en algunas áreas con pastizales del condado de Westchester en Nueva York. Luego se las encontró en Pensilvania y más hacia el sur: Virginia, West Virginia, Carolina del Norte y Arkansas.
Después de llenarse de sangre del animal al que pica, la garrapata de cuernos largos se infla tanto que sus patitas apenas la sostienen. (Departamento de Agricultura de Nueva Jersey). «Se las vio alimentándose de caballos, perros, venados, un ternero, una oveja y una comadreja», agregó el periódico de la ciudad de Nueva York. «Pican a los humanos, pero no queda claro con cuánta frecuencia». En todo caso, se aconsejó que las personas tomen las mismas precauciones, como usar repelentes, que con las garrapatas locales.
El entomólogo Tadhgh Rainey, del Departamento de Salud Pública del condado de Hunterdon, Nueva Jersey, describió en un estudio publicado en la Revista de Entomología Médica cómo encontró las primeras, en agosto de 2017. Una mujer que había esquilado a su oveja llegó a su oficina llena de Haemaphysalis longicornis. «Pensé que tendría algunas», dijo Rainey a The New York Times, «pero estaba cubierta, tenía unas 1.000 sólo en los pantalones». La mayoría eran jóvenes ninfas pequeñas como una mota de polvo. La mujer se cambió de ropa para que las prendas infectadas fueran a un freezer a fin de matar a los parásitos.
Rainey analizó algunas muestras y determinó que no eran garrapatas del territorio de América del Norte; cómo llegaron a la oveja —que quedó debilitada por la pérdida de sangre del ataque— es un misterio. Para evitar que la infección continuara, el entomólogo le dio a la mujer una loción insecticida con la cual lavar a la oveja.
Un mes después, la investigadora de la Universidad de Rutgers Andrea Egizi identificó a la garrapata de cuernos largos mediante un análisis de ADN a más de 100 ejemplares tomados de Nueva York y Nueva Jersey. Ninguna era portadora de los patógenos que causan la enfermedad de Lyme, la fiebre recurrente, la babesiosis, la anaplasmosis ni la erliquiosis.
También un laboratorio del Centro para el Control de Enfermedades (CDC), en Colorado, estudió otros 100 individuos para descartar que tuvieran otros virus, y los resultados fueron negativos. Los investigadores se quedaron con 10 ejemplares para crear una colonia y analizar su evolución, entre otras cosas a fin de ver si pueden transmitir enfermedades locales.
En el este de Asia, la Haemaphysalis longicornis infecta a la gente que pica con la enfermedad de Lyme y, sobre todo, el virus SFTS, que causa fiebre severa con síndrome trombocitopénico, un mal que causa una baja anormal en las plaquetas, por lo cual provoca hemorragias internas y fallas de órganos, con una tasa de fatalidad del 15%, que llega a la mitad cuando la persona tiene 60 años o más.
Se multiplican rápidamente y pueden sacarle tanta sangre a un animal pequeño que llegan a matarlo. «No queda claro si el virus SFTS, que está vinculado al Virus de la Zona Central que se halla en varios estados, podría establecerse en este país, porque se desconoce su ciclo de transmisión, y podría necesitar más de un huésped», señaló el artículo. Tampoco se sabe desde hace cuánto que estas garrapatas llegaron a los Estados Unidos ni por qué se multiplican tan rápidamente ahora.
En todo caso, los expertos se preocupan más por las especies locales de este parásito, que causan cada vez más enfermedades; en Asia, la Haemaphysalis longicornis sólo transmite el virusl SFTS en un 1%, mientras que la cuarta parte de las garrapatas que atacan a los venados difunden la enfermedad de Lyme.
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